Recupera la salud con el método del protocolo autoinmune

El protocolo autoinmune se ha diseñado para ayudar a las personas que sufren enfermedades autoinmunes. Aunque no es un método que ‘cure’ la enfermedad, sí que la dieta propuesta por los expertos asegura que favorece la recuperación de la salud minimizando síntomas y reduciendo la inflamación del organismo. El protocolo supondría un cambio en la dieta y en el estilo de vida. Te damos todas las claves para entender este interesantísimo método.

Las enfermedades autoinmunes están cada vez más a la orden del día. El organismo se ataca a sí mismo produciendo síntomas que deterioran la salud de las personas que las padecen. Son enfermedades de naturaleza inflamatoria y, aunque hay muchísimas, las más conocidas son la enfermedad celiaca, la psoriasis, el lupus, esclerosis múltiple, tiroiditis de Hashimoto, artritis reumatoide o la enfermedad de Crohn.

Si bien no existe cura para las enfermedades autoinmunes, este protocolo explica que hay formas de aliviar los síntomas y recuperar la salud, y que la dieta, el estilo de vida, la forma de ver las cosas y la medicación (siempre que sea necesaria), son factores clave para ello.

¿ Qué es el protocolo autoinmune?

El protocolo paleo autoinmune (AIP por sus siglas en inglés) lo desarrolló el Dr. Loren Cordain cuando descubrió que ciertos alimentos desencadenaban inflamación en personas con enfermedades autoinmunes. Posteriormente Robb Wolf presentó en su libro, The Paleo Solution, este AIP como una dieta de eliminación de alimentos en un primer momento que luego se reintroducirían en la alimentación. Pero es la Dra Sarah Ballantyne la que profundiza en la investigación para explicar de forma más detallada los increíbles beneficios de este método.

El AIP es un derivado de la dieta paleo que supondría una mejoría en pacientes de enfermedades autoinmunes a base de un cambio en la alimentación y en el estilo de vida. Una vez dados estos primeros pasos, que llevan a una alta restricción alimentaria y unos cambios de hábitos saludables en el día a día, se irían reintroduciendo alimentos poco a poco en la dieta para comprobar la tolerancia de los mismos por el organismo.

Aunque las enfermedades autoinmunes son diferentes, todas tienen un punto en común, la permeabilidad intestinal. Lo que haría este método es reparar la mucosa intestinal, al reforzar esa barrera, y la flora intestinal, se da una mejora en los síntomas asociados, ganando calidad de vida y minimizando las limitaciones de salud con las que se encuentran a menudo los pacientes.

Además de ayudar a paliar síntomas en enfermedades autoinmunes, este protocolo ha resultado muy efectivo para tratar problemas de la piel como el acné o alteraciones emocionales como la depresión o la ansiedad.

¿ Qué puedes comer en el protocolo autoinmune?

Este método es un paso más allá en la dieta paleo, es más restrictivo pero no es una dieta que llevar de forma permanente sino que lo ideal es mantenerla hasta que tu enfermedad no presente síntomas o esté inactiva, esto puede llevar un mes o incluso un año hasta comenzar a reintroducir alimentos.

Puedes comer carne, pescado, marisco, caldo de huesos, gelatina, grasa animal (para cocinar), verduras de hoja verde, verduras (calabaza, calabacín, coliflor o brócoli), ajo, cebolla y raíces (zanahorias, batata y nabo). Las grasas buenas están permitidas, AOVE, aceite de coco, aguacate, bacon, aceitunas…

En cuanto a las frutas lo ideal sería no superar los 10-20 gramos de fructosa por día y las permitidas son las frutas del bosque, melón, cítricos, coco (y también la leche de coco y frutas tropicales (con moderación).

Son muy recomendables también los alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi o la kombucha. Se pueden consumir sal, hierbas aromáticas y especias derivadas de hojas. Té negro y té verde. La miel y el jarabe de arce se deben consumir con moderación.

¿ Qué no deberías comer en el AIP?

Elimina de tu dieta los alimentos procesados, todo tipo de cereales, el gluten, los productos lácteos, las legumbres, los aceites vegetales refinados (soja, girasol, algodón, canola o cártamo). Aditivos, conservantes, colorantes artificiales, azúcar y edulcorantes de todo tipo (incluso la stevia).

Tampoco incluyas en tus menús semillas o frutos secos como las almendras o las nueces, ni especias derivadas de semillas (como la mostaza). Las solanáceas no estarían incluidas en la dieta (berenjenas, tomates, pimientos…), ni los huevos, café, chocolate y alcohol.

Los AINES (antiinflamatorios no esteroideos) también habría que erradicarlos temporalmente, son los analgésicos comunes como el ibuprofeno, la aspirina o el naproxeno.

Una vez que notes que tus síntomas disminuyen puedes empezar a experimentar reintroduciendo poco a poco alimentos en tu dieta. Así podrás detectar fácilmente si alguno empeora la enfermedad.

Cambios en el estilo de vida

No solo la dieta es necesaria para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades autoinmunes, son imprescindibles unos cuidados básicos, un estilo de vida saludable para reducir la inflamación en el cuerpo.

El estrés está absolutamente relacionado con el empeoramiento de los síntomas en los pacientes con enfermedades autoinmunes así que, si padeces alguna de ellas, intenta mantenerlo alejado. ¿Cómo? Meditación, ejercicio, físico, leer un buen libro, algún hobby, distracciones que te hagan feliz, la toma de decisiones que te faciliten el día a día… seguro que encuentras la forma para que tu vida sea más pausada y herramientas para que la gestión de tus emociones sea más saludable.

Es importantísimo realizar ejercicio físico, para evitar rigidez, aumentar flexibilidad y aportar bienestar. Al hacer ejercicio se liberan endorfinas, reduces estrés, el dolor, oxigenas el cuerpo y levantas el estado de ánimo. Además de fortalecer el cuerpo, desarrollar equilibrio y mejorar la coordinación. Mens sana in corpore sano.

La carencia de Vitamina D está relacionada también con trastornos depresivos, problemas óseos y riesgo de sufrir enfermedades. Las personas con enfermedades autoinmunes (y una buena parte de la población) presenta un déficit de Vitamina D. Exponte al sol para sintetizarla de forma natural o bien supleméntala (siempre bajo supervisión médica).

Asegúrate un buen descanso porque dormir bien es una de las mejores formas que tiene el cuerpo para repararse. La falta de sueño promueve la inflamación y desequilibrios hormonales, por eso es importantísimo tener una buena higiene del sueño.

El protocolo autoinmune, o AIP, es un método que ha demostrado ser muy efectivo así que, si tienes alguna enfermedad autoinmune, no pierdes nada por probarlo y tienes mucho que ganar en salud.