¿A quién no le han roto nunca el corazón? Nuestra celebrities patrias pero también las internacionales son un escaparate viviente que escenifica este tipo de situaciones. Nos viene a la cabeza Chenoa a la que David Bisbal, cobra de por medio, dejó muy afectada. Tampoco podemos olvidarnos de Jennifer Aniston a la que el actor Brad Pitt dejó destrozada. Y qué decir de Lady Di que no sepa todo el mundo.
Cuando hablamos de corazón roto imaginamos que nos estamos refiriendo a una figura metafórica extraída de la literatura, pero nada más lejos de la realidad. El ‘síndrome del corazón roto’ existe realmente. Se le conoce con este nombre, pero también como ‘miocardiopatía por estrés’ o ‘síndrome de TakoTsubo’. Este último nombre deriva de una especie de ánforas utilizadas por los pescadores japoneses para capturar pulpos. Estas trampas son estrechas en la parte superior y anchas y de pared fina en su porción inferior, de tal manera que el pulpo penetra fácilmente en su interior pero posteriormente tiene dificultad para salir.
La enfermedad se suele desencadenar por una situación de estrés que se genera de manera repentina. Un desengaño amoroso, la noticia de una fallecimiento, la ruina económica, un accidente... Parece ser que también puede producirse por una noticia buena, así que tenga mucho cuidado si le toca el cupón o la lotería, tómeselo con la mayor tranquilidad del mundo no le vaya a dar un soponcio, como se dice popularmente ya que está demostrado que eso podría llegar a suceder.
Esta dolencia afecta fundamentalmente a mujeres que han pasado la menopausia, aunque puede producirse a cualquier edad y también afectar a hombres. Podría ser más frecuente de lo que nos podemos imaginar. Según se ha publicado, en Francia afectaría a unas 5.000 personas anualmente. Según diversas estadísticas un 1 o 2% de las personas diagnosticadas de ataque cardíaco podrían padecerlo. Se produce fundamentalmente en los meses de primavera o verano, contrariamente a los infartos, que se producen en invierno con mayor frecuencia.
La sintomatología es similar a la del infarto de miocardio. Dolor opresivo en la zona anterior del pecho, con irradiación al brazo o al cuello, acompañado, entre otros síntomas, de sudoración, frío y sensación de muerte e incluso pérdida de conciencia. Hasta aquí los parecidos con esta enfermedad puesto que en estos casos los síntomas no suelen mejorar con el tratamiento habitual para el infarto, ya que se trata de procesos diferentes.
En el ‘síndrome del corazón’ roto la situación de estrés desencadenante a fecta a las zonas del cerebro relacionadas con las emociones y otras partes, como el sistema nervioso autónomo, con la consecuente producción de diversas sustancias que afectan al corazón, como la adrenalina, por ejemplo. Eso provoca una dilatación del músculo cardíaco, de tal manera que adopta la forma de las trampas para cefalópodos que hemos descrito y como consecuencia, se desencadena todo el cuadro clínico. Así pues se trata de una afección del músculo del corazón, que se dilata.
Quienes lo padecen pueden ser personas a priori sanas, sin presentar el típico estrechamiento u obstrucción de las arterias coronarias de los pacientes con angina de pecho o infarto. Tampoco tienen porque existir factores previos de riesgo como el colesterol elevado, obesidad o tabaquismo. El tratamiento es sintomático y el pronóstico de esta enfermedad es bueno, está limitado en el tiempo y en la mayoría de las ocasiones, no deja secuelas.
Sea cual fuere la causa de su desasosiego, le aconsejamos que intente tomarse las cosas con la mayor tranquilidad posible. Si no puede evitarlo siempre puede recordar lo que decía el poeta libanés: "Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?".
¿Qué la produce?
Se suele desencadenar por una situación de estrés repentina.
¿A quién afecta?
Fundamentalmente a mujeres que han pasado la menopausia.
¿Cuáles son los síntomas?
Dolor opresivo en la zona anterior del pecho, con irradiación al brazo o cuello.
¿A qué daña?
Dilata el ventrículo izquierdo y esto causa los síntomas.
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