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Hipertensión, la enfermedad silenciosa

Es difícil de diagnosticar, por ello hay que tomar ciertas medidas de precaución y estar atentos a las posibles señales de alarma que nos da nuestro cuerpo.

David Saldaña
DAVID SALDAÑA

Cuentan que los tres presidentes de las tres naciones que formaron el eje contra la Alemania de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial padecieron y murieron de hipertensión arterial. Tanto Winston Churchill como Roosevelt o el líder ruso Stalin, fallecieron de enfermedades derivadas de este trastorno, seguramente acentuada por la tensión del momento histórico, la falta de conocimientos y la falta de tratamiento adecuado. Lo que no pudo hacer el ejército nazi, lo hizo una enfermedad.

Cómo se manifiesta

La hipertensión arterial es uno de los padecimientos conocidos como enfermedades silenciosas. Esto se debe a que produce muy pocos o ningún síntoma mientras desarrolla su curso clínico. Salvo algún dolor ocasional de cabeza, sensación de palpitaciones, cansancio, etc., suele pasar inadvertida mientras va minando algunos órganos vitales como el cerebro, el corazón o el riñón. Muchas veces un infarto de miocardio o un ictus pueden ser las primeras manifestaciones de esta enfermedad.

Nuestro aparato circulatorio es como un sistema de cañerías formado por arterias y el líquido que circula por él es la sangre. Por lo tanto, la presión arterial también conocida como tensión, es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de estas cañerías. Esta ha de ser la adecuada porque si es mayor de lo debido, durante un periodo prolongado de tiempo, puede dañarlas.

El diagnóstico no es fácil

La tensión arterial, como todo el mundo sabe, viene constituida por dos cifras: la primera es la tensión sistólica, conocida popularmente como ‘la máxima’, que se produce cuando el corazón expulsa sangre; la segunda cifra es la tensión diastólica, conocida como ‘la mínima’ que se produce cuando el corazón recoge la sangre. La hipertensión viene definida cuando la tensión sistólica es superior a 140 mmhg y la diastólica superior a 90 mmhg.

Muchas veces realizar el diagnóstico no es fácil. Se puede producir el ‘síndrome de la bata blanca’, que es que las mediciones son más altas en presencia del médico porque los pacientes se ponen nerviosos. A veces, es necesario monitorizar la presión arterial durante todo un periodo para realizar un diagnóstico adecuado o medirla a diferentes horas del día.

La hipertensión afecta a más de 14 millones de personas en nuestro país, sobre todo a personas de edades avanzadas. No es exclusivo de estas, ya que está sobre todo ligado a la obesidad y el sobrepeso o causado por los malos hábitos como el sedentarismo o la mala alimentación. Cada vez afecta a un grupo de población más joven.

La hipertensión se produce fundamentalmente por el envejecimiento, que produce una disminución en la elasticidad de las arterias y es un factor genético difícilmente modificable. Sin embargo, llevar una vida sana con alimentación adecuada, mantener a nuestro peso corporal dentro de unos márgenes, evitando factores como el exceso de sal o la ingesta de café o té en exceso, puede ayudar a mantener las cifras dentro de unos límites normales y saludables. en la mayoría de las ocasiones nuestro médico nos pautará un tratamiento antihipertensivo, junto con las anteriores medidas.

Medidas de precaución

La tensión arterial se debe controlar por lo menos una vez al año. Si usted acude a su médico de atención primaria, casi con seguridad le tomará la tensión, ya que forma parte del protocolo de exploración de todos los pacientes y suele ser el principal método por el que se diagnostica la hipertensión.

Muchas veces durante el tratamiento nuestro médico nos pedirá que nos midamos en casa la tensión arterial. Esto lo podemos hacer mediante un aparato que se llama esfigmomanómetro. Los hay electrónicos, que son los más sencillos de usar y los que más se venden en la actualidad, y los hay manuales, que requieren un proceso de aprendizaje más complejo para utilizarlos. Cualquiera de los dos es válido si está homologado y se sabe usar.

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