Antiestrés. Si estás inmersa en una situación de tensión, sonríe. Esa sonrisa te ayudará a estabilizar tus emociones e, incluso, disminuir el nivel de estrés del grupo que te rodea. Además, en la Universidad de Kansas (EE.UU.) demostraron que las personas que sonreían al mismo tiempo que llevaban a cabo una actividad estresante, registraban una actividad cardiaca más lenta.
Energizante. Aunque no lo creas, sonreír mejora el rendimiento deportivo. Al medir la respiración de 24 corredores, investigadores de la Universidad de Texas (EE.UU.) comprobaron que los que corrían sonriendo disminuían el coste de oxígeno en un 2,78% respecto a los que lo hacían con el ceño fruncido.
Y si ríes, mejor aún
Las virtudes de la sonrisa se multiplican si evoluciona hacia una risa espontánea. Reír previene contracturas musculares, limpia los ojos y activa el cerebro, especialmente las áreas que procesan el lenguaje y la memoria al tiempo que hace que produzca ondas gamma, las mismas que se logran al hacer meditación.