Esta semana nos hemos visto sorprendidos por el ingreso del humorista Millán Salcedo en un hospital de Sevilla. El diagnóstico de crisis epiléptica ha derivado en una cirugía en la lengua, debida, seguramente, a que se la debió morder durante alguna de las crisis. Y hace tan solo unos días, pudimos leer además que el actor y estrella juvenil de Disney Cameron Boyce, de 20 años, murió mientras dormía, también debido a las crisis sufridas durante un ataque epiléptico.
La lista de personajes famosos que padecen o han padecido de epilepsia es interminable. El cantante Prince, la actriz Melanie Griffith, que incluso ha declarado que lo que ha mejorado su enfermedad no ha sido la medicación, sino su divorcio de Antonio Banderas; Albert Einstein, Dostoievski, Van Gogh, San Pablo, Napoleón o Julio César son solo una muestra de la interminable lista. Vamos que a uno casi le dan gamas de padecer epilepsia, viendo el elenco de figuras que han padecido esta enfermedad, si no fuera por lo mal que lo pasan los pacientes y sus familias. Hay referencias históricas incluso desde antes de los egipcios. Hoy en día se sabe que entre el 0,5 y el 1% de la población mundial padece epilepsia y en España podrían sufrirla entre 200.000 y 400.000 personas.
¿Qué la provoca?
Esta enfermedad está producida en el cerebro. Se caracteriza por una actividad eléctrica anormal que desencadena convulsiones o comportamientos inusuales. Las personas que la sufren pueden incluso llegar a sufrir consecuencias de tipo neurológico, cognitivo y social que provocan discapacidad. En caso de que la crisis persista en el tiempo y no ceda por sí sola, puede tratarse de lo que denominamos estatus epiléptico, que constituye una urgencia vital y que precisa de inmediato tratamiento y traslado a un centro hospitalario.
Las crisis más conocidas por el público general son las generalizadas tónico-clónicas en la que los enfermos se desploman con movimientos convulsivos y rigidez, junto con pérdida de conciencia, cierre de las mandíbulas y espuma que sale por la boca y durante las que el paciente puede llegar a morderse la lengua. Pero hay otras muchas manifestaciones de la enfermedad, con o sin pérdida de la conciencia. Desde las llamadas ausencias a las crisis que afectan a un párpado o a una extremidad, sin generalizarse al resto del cuerpo. A veces se asocian a otras circunstancias curiosas, como por ejemplo la menstruación —epilepsia catamenial—, la lectura —epilepsia primaria de la lectura—, o como consecuencia de la exposición a luces parpadeantes. De hecho, recientemente cientos de niños tuvieron que ser ingresados en Japón por epilepsia después de un episodio de la serie Pokémon en el que se dio esta circunstancia.
Si la crisis epiléptica dura más de cinco minutos debemos llamar al 112
En cuanto a las causas que la originan, varían de según la edad. En niños suelen ser los trastornos durante el parto, las infecciones como la meningitis, los traumatismos o la fiebre. En los adultos, en una franja entre los 35 y los 50 años, la causa más frecuente son los tumores cerebrales. Si ascendemos por encima de los 50 años, la enfermedad cerebro-vascular o el ictus, se convierte en una de las causas más habituales. Pero además existe un elevado porcentaje de casos en los que se desconoce la causa y existe otro nutrido grupo en el que se ha demostrado una predisposición genética familiar a padecerl
Cómo actuar
¿Qué debemos hacer en caso de presenciar una crisis epiléptica? Ayudar a colocar a la persona en el suelo sin que se lastime, retirar objetos con los que se pueda lesionar, como por ejemplo las gafas, no sujetarla ni introducir objetos en la boca y, al finalizar la crisis, dejarla descansar de costado. No hay que dejar solo al paciente y, en caso de que la crisis dure más de cinco minutos, debemos llamar al 112.