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La enfermedad de la Navidad

En estas fechas, se produce un repunte de las enfermedades respiratorias debido a los árboles de Navidad. Pero no solo eso, también existe una enfermedad llamada Navidad que varios famosos padecen.

Hay que tener mucha precaución con los árboles de Navidad. / d.r.

David Saldaña
DAVID SALDAÑA

Es Navidad y en muchos hogares de nuestra geografía y del mundo general nos disponemos a decorar —o lo hemos hecho ya— nuestras casas con árboles de Navidad. Como sabemos, los naturales son más sostenibles y beneficiosos para nuestro entorno, pero en otros muchos lugares se utilizan árboles artificiales que se guardan de año en año. Pero no todo es tan bonito como parece. Según se publicó en un estudio realizado en la ciudad de Nueva York, entorno a la fecha del 25 de diciembre se produce un repunte de enfermedades respiratorias como la rinitis alérgica u otro tipo de trastornos relacionadas con alergias respiratorias.

Los pacientes padecen alteraciones como lagrimeo, sinusitis, dificultad para respirar o incluso dolor en el pecho. Este conjunto de síntomas se ha denominado como 'Síndrome de la Navidad'. Parece que está relacionado con el moho de la corteza de los árboles naturales y en los artificiales con el polvo que acumulan después de estar guardados durante el año. El ambiente cálido en nuestras casas hace que el moho se multiplique y libere en el aire esporas y otros productos tóxicos. Estos son los responsables del síndrome, lo mismo ocurre con el polvo.

Cómo prevenirlo

Así pues, tenga mucha precaución con los árboles de Navidad, guárdelos bien después de las Fiestas y cuando los vaya a colocar procure lavarlos y quitarles el polvo que atesoran. En cuanto a los árboles naturales, algunas personas recomiendan lavarlos con agua a presión y no colocarlos hasta que estén completamente secos.

Se conoce con el nombre de 'Enfermedad de la Navidad' a la hemofilia B. Este sobrenombre no se debe a que esta enfermedad se produzca durante estas fechas con una mayor frecuencia, ya que se trata de una enfermedad de causa genética. Se debe a que el primer paciente diagnosticado con ella, en el año 1952, se apellidaba Christmas —que significa Navidad en inglés—. En esta enfermedad se produce un déficit de un factor de la sangre esencial para la coagulación. De tal manera que los pacientes que la padecen tienen más facilidad para sangrar, ya que no coagulan adecuadamente. Lógicamente esto puede ser un problema a la hora de realizar una cirugía, una extracción dentaria o en caso de tener un accidente u otro tipo de golpe o contusión.

Una maldición

Lo curioso de esta enfermedad, producida por el déficit de factor IX de la coagulación, es que es transmitida por las mujeres pero solo la padecen los hombres. Esto ha hecho estragos en algunas casas reales hasta el punto que la enfermedad también es conocida con el nombre de 'La Maldición de la Sangre Real'. La reina Victoria I de Inglaterra, durante el siglo XIX, se la transmitió a tres de sus hijos. Pero a través de sus hijas lo hizo a gran parte de las casas reales europeas, como la española. Alfonso XIII, abuelo de nuestro Rey Juan Carlos I, se casó con una nieta de la reina Victoria y transmitió la enfermedad a dos de sus hijos, Alfonso y Gonzalo, que fallecieron a consecuencia de hemorragias en sendos accidentes. También ha afectado a la casa real rusa. El último descendiente varón, el zarevich Alexei, la padeció. Pero eso no fue la causa de su muerte, lo fue la Revolución Rusa. Uno de nuestros famosos que ha reconocido padecer la enfermedad es Alessandro Lequio, que según ha declarado tuvo un problema hemorrágico en una operación de hernia inguinal. Muchas de las personas que lo tienen lo desconocen y solo se percatan de ello después de un episodio de sangrado incontrolado que en ocasiones puede tener un resultado fatal.

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