Llevamos en confinamiento domiciliario desde el 13 de marzo y lo que nos queda. En Wuhan (China), lugar donde se originó la pandemia, ha durado dos meses. Las incertidumbres económicas, ERTEs, problemas de convivencia, etc. Son causa, cada vez más frecuente de episodios de ansiedad.
El estrés y la ansiedad son mecanismos con los que nos enfrentamos a peligros, amenazas o desafíos, reales o ficticios. Esto nos crea un sentimiento de tensión permitiendo adoptar medidas para solucionar las situaciones. Cuando estas exceden la capacidad de reacción y sobrepasan una intensidad tolerable se convierten en un problema, pudiendo desembocar incluso en estado de pánico.
Durante los días en los que nos vemos obligados a permanecer en nuestras casas, se cumplen casi todos los requisitos para que se desboquen los estados de ansiedad, sobre todo en personas predispuestas. Nos enfrentamos a una situación nueva que nos desborda. Los medios de comunicación no paran de bombardearnos, día y noche, con cifras de afectados y muertos cada vez más dramáticas, conocemos a alguna persona o incluso algún familiar que se ha visto afectado por la situación, etc.
Imagine la ansiedad que vemos a diario en los hospitales, donde los pacientes están solos y sus únicos apoyos son el personal sanitario. Por no hablar de las familias que esperan la llamada diaria donde de se les informa sobre la evolución de su familiar, a veces ingresado en una UCI. Son situaciones que rozan lo humanamente soportable.
Por otra parte, nos vemos obligados a estar confinados entre cuatro paredes por nuestra seguridad. La convivencia con nuestra familia es mayor, pudiendo existir tensiones. El tiempo se enlentece, hasta casi detenerse, si no se planifica bien. Si se tiene tendencia a un comportamiento obsesivo, se puede uno poner a limpiar toda la casa, una y otra vez, de forma compulsiva.
Las respuestas a la ansiedad pueden ser múltiples y de lo más variadas. Durante estos días me han llamado personas con auténticos ataques de pánico, asegurando a gritos que están infectados por coronavirus. Alguno, incluso aseguraba tener grandes dificultades para respirar. Por supuesto no tenían fiebre y, tras unos minutos de ejercicios de control de la respiración, la fatiga remitió.
¿Qué podemos hacer, para controlar la ansiedad? lo primero es racionalizar. Tenemos que darnos cuenta de que nos enfrentamos a una situación extraordinaria. No solo nosotros, sino en prácticamente todas las partes del mundo. Tenga en mente los profesionales de la salud que a diario nos enfrentamos a la pandemia y entramos en íntimo contacto con pacientes infectados, incluso en quirófanos y UCI, donde el virus se encuentra en el aire. Si nosotros controlamos la ansiedad usted también debe hacerlo.
Tenga cuidado con la información. Manténgase informado, sí, pero tampoco hace falta que se someta a un bombardeo continuo de noticias negativas e incluso dramáticas. Si tiene tendencia a que su ansiedad se desate, es casi mejor que vea un informativo o lea un periódico diariamente y el resto del tiempo desconecte.
Manténgase ocupado e incluso organice un programa. Puede ser un buen momento para hacer una limpieza general u ordenar ese armario para el que nunca tiene tiempo. Cocine, ahora que puede. Ayude a sus hijos con sus clases en línea y organice también su horario para que tengan tiempo de estudiar y jugar. Haga deporte, si tiene una bicicleta estática o una cinta de correr es el momento de rentabilizarla. Si no, puede saltar a la comba o seguir las clases de fitness de cualquiera de los entrenadores a través de la red. Nosotros seguimos las de María Martínez (@mmsientetejoven), una valenciana con rutinas diferentes para todos los días del mes a través de Youtube. También pueden ayudarle ejercicios de respiración controlada o puede recurrir a alguno de los varios psicólogos que están dando asistencia en línea, si así lo precisa.
21 de marzo-19 de abril
Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más
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