Las frases más inspiradoras de Claudia, la hija pequeña de Bertín Osborne, en su faceta de life coach en Instagram

La glándula tiroides tiene forma de mariposa y descansa en nuestro cuello. No es muy grande, pero su trabajo sí lo es. Esta glándula es la encargada de controlar nuestro metabolismo: su misión es producir hormonas tiroideas que se encargan de todos los órganos y tejidos del cuerpo trabajan adecuadamente, ni muy rápido, ni muy despacio. Cuando esas hormonas no se producen en la cantidad adecuada aparecen los problemas: el hipotirodismo y el hipertiroidismo. La parte negativa es que esos problemas, a pesar de que pueden afectar a aspectos tan importantes como la formación de los huesos o incluso provocar depresión, dan síntomas poco reconocibles. Por eso es importante estar alerta ante los síntomas que sufrieron estas seis celebrities y que las pusieron sobre aviso de que algo no iba bien con su tiroides.
En su caso la retención de líquidos fue la clave. Antes de hacernos disfrutar con sus fotos de embarazo, la modelo recibió muchas críticas por sus fluctuaciones de peso: pasó de estar "hinchada" a apaecer muy delgada en la pasarela. Al final reveló en cuenta de Twitter lo que le sucedía: Gigi sufre la enfermedad de Hashimoto, una de las causas de hipotiroidismo más comunes. “Para todos aquellos que parecen decididos a descubrir por qué mi cuerpo ha cambiado con el paso de los años, puede que no sepan que cuando empecé en esto con 17 años aún no me habían diagnosticado la enfermedad de Hashimoto. Aquellos que entonces dijeron que era demasiado grande, estaban viendo el resultado de la inflamación y la retención de líquidos que ello conlleva”, explicó.
No es el único problema de salud que arrastraba pero el cansancio extremo ue sufrió duarnte ocho meses y los temblores en las manos hicieron que la cantante buscara un diagnóstico de lo que le pasaba. Tras años de pruebas consiguió un diagnóstico en 2010: sufría hipertiroidismo por culpa de un trastorno autoinmune llamado enfermedad de Graves.
La actriz colombiana debutó en los problemas de tiroides de una manera anómala: consultándole al médico sobre un bulto en el cuello. El bulto resultó ser un cáncer de tiroides y la glándula fue extirpada, lo que dejó a Sofía Vergara con hipotiroidismo de por vida. La buena noticia es que el cáncer se detectó a tiempo y que para compensar la tiroides perdidia basta con que tome una pastillas al día.
En 2016 no se habló de otra cosa: los kilos de más que lucía tamara Falcó en los photocalls (nada que ver con la imagen delgada que luce ahora y a la que nos tenía acostumbrados). Su incapacidad para perder peso extrañó a todo el mundo, incluida a la propia afectada que no entendía de dónde habían salido tantas curvas y acabó recibiendo un diagnóstico sobre qué le estaba pasando a su cuerpo: hipotiroidismo. Una vez que consiguió, con la medicación adecuada, volver a tener en su sangre los niveles óptimos de hormona tiroidea su metabolismo volvió a funcionar y con la dieta y el ejercicio adecuados consiguió recuperar su figura de siempre.
En cuanto dejó de fumar, comenzó a engordar y le pareció normal (al fin y al cabo a todo el mundo le pasa). Lo que ya no era tan normal es lo mucho que le costaba quedarse embarazada. Al final el hipotiroidismo estaba en la base de todos sus cambios físicos. No tener suficiente hormona tiroidea en sangre afecta a a fertilidad femenina porque interfiere en la ovulación y dificulta el embarazo.
Pensó que la inflamación crónica que sufría provenía de su dieta y eliminó el gluten y los lácteos como cualquiera que acuda a dr. Google. Pero el hecho de que tuviera antecedentes familiares de problemas de tiroides (tanto su madre como sus hermanas los padecen) puso a su médico sobre aviso. Al final, Zoe Saldaña fue diagnosticada de la enfermedad de Hashimoto, el mismo trastrorno autoinmune que padece Gigi Hadid y que en su caso provocó hipotiroidismo.