Métodos ortodoxos (pero eficaces) para superar una ruptura

Métodos:

• Cambiar todas las sábanas. Desnudar la cama es un ritual que funciona. Para ello hay que deshacerse de todas las sábanas que usábamos habitualmente y comprar otras nuevas (aprovecha las rebajas). Si es posible de otros colores, textura y tacto. Se trata de que la experiencia de irte a la cama no tenga nada que ver con lo que fue con la pareja que acaba de desaparecer. Es una pequeña inversión en tu salud emocional. Hay quien ha llegado a cambiar de colchón si la ruptura ha sido muy traumática y la necesidad de exorcismo muy grande. Suena caro, y probablemente lo sea, pero funciona.

• Limpia escrupulosamente el suelo... y la casa. Eso o algo parecido que te mantenga ocupada y con las manos alejadas del teléfono. Se trata de concentrarse en una tarea muy específica que te mantenga el pensamiento alejado del problema que tienes. Conviene ponerse una meta: limpiar muy bien toda la cocina, para que cada vez que completemos una fase nos sintamos satisfechos. También funciona planchar para quien le guste.

• Perderse. Unas vacaciones a un sitio exótico, lejano y totalmente desconocido a veces es suficiente para sanar un corazón roto ,siempre y cuando se ponga voluntad en poner la atención en todas las experiencias y sensaciones nuevas que se cruzarán en el camino. No hay que mirar el teléfono, ni entrar a Facebook y no hay que responder llamadas ni mensajes. Perderse significa perderse, no estar, cambiar totalmente de aire y de escenario.

• Ver películas de terror. Una noche de cine y un bote de helado de chocolate belga o un buen vino. Pero hay que escoger bien la película y una historia lacrimógena no funciona pues acabarás identificándote con la víctima más desgraciada de la historia. Lo mejor es una película de miedo, horror y misterio. Y hay que ver varias durante varios días para distraernos del todo de nuestra tragedia personal. A partir del tercer mes se puede empezar con otro género cinematográfico.