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Michelle Calvó: "Quiero llegar a lo más alto, pero siendo feliz"

Lleva trabajando desde niña delante de las cámaras y es una de las actrices más prometedoras de su generación. Mientras seguimos pendientes del desenlace de Secretos de Estado, descubrimos el optimismo, la fuerza y personalidad de una mujer que valora la ética tanto en su profesión como en la moda.

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Michelle Calvó: "Quiero llegar a lo más alto, pero siendo feliz"
julia rivera

Por raro que parezca, Michelle Calvó disfruta con las entrevistas. Sus respuestas son meditadas, pero no está a la defensiva, y le gusta escuchar. Lo notas, por ejemplo, cuando hablas del alborozo –o más bien sensacionalismo– con el que ciertos medios de comunicación se han hecho eco de sus escenas de cama con Jaime Olías o con Emmanuel Esparza, en Secretos de Estado, la serie de Telecinco donde interpreta a la jefa de prensa (y amante) del presidente del Gobierno. “La vergüenza en las escenas de sexo no se llega a perder –dice con una sonrisa–; se puede normalizar, pero siempre es algo íntimo. No es tanto el pudor por el desnudo. Se trata más bien de un momento íntimo en el que normalmente el resto del mundo desaparece… Solo que el resto del mundo, en nuestro caso, son los operadores de cámara, el director, el equipo... Y, claro, ellos no desaparecen”, dice.

De Tenerife a Madrid

Hoy puede que resulte casi intrascendente, pero “hace algunos años ese tipo de escenas podían marcar tu carrera. Era un contexto muy sexista. Ahora no tienen un peso tan fuerte. En todo caso, nunca formaré parte de un proyecto machista que denigre de alguna manera al ser humano. No creo en ello y no me gusta”.

Madrileña de nacimiento pero criada en Tenerife, Ariel Michelle Alicia Calvó tiene ascendencia isleña, gallega, francesa y cubana. Entre sus tres nombres eligió el intermedio porque le encantaba la canción de los Beatles, pero el tercero es el que comparte con su madre, la actriz Alicia Pedreira, a quien admira desde niña. “Si ahora las mujeres estamos en esta gran batalla del feminismo, habría que imaginarla a ella años atrás y en una isla… Tuvo que luchar contra muchas cosas y muchas personas, y me sacó adelante ella sola”. Mirándose en ese primer espejo, a los nueve años empezó a asistir a clases de interpretación y de ballet. Y a los 11 participó en la película Hombres felices, con Aitana Sánchez Gijón, una de las primeras actrices con las que compartiría experiencias.

En el riesgo está lo divertido de la vida. Si te equivocas, no pasa nada".

Hoy, a sus 27 años, tiene ya un nutrido currículo: ha participado en tres películas y en 10 series de televisión. Pero es conocida, sobre todo, por su papel de Eli en la película El club de los incomprendidos, por interpretar a Sofía Contreras en Amar es para siempre; y por su época de colaboradora en Zapeando de laSexta.

Todas esas oportunidades las ha ido generando ella misma a base de humildad, cercanía, sencillez y naturalidad. Pero también a fuerza de ser combativa y arriesgada. “En el riesgo está lo divertido de la vida –reconoce–, pero si te equivocas, no pasa nada. Yo arriesgué cuando me fui a Madrid sola, con 18 años. Trabajé como camarera durante mucho tiempo para poder pagar mi casa y mis estudios; me vine con una mano delante y otra detrás, muerta de miedo”.

Poco queda de aquella muchacha asustadiza. Michelle Calvó es así de consecuente en todo y se la ve venir también en la manera que tiene de mostrarse, incluso en su forma de vestir: “La moda va ligada a mi forma de ser. Tengo que vestir en consonancia con lo que soy y con lo que defiendo, por ejemplo en cuanto a mis valores de respeto hacia los animales: nunca llevo pieles y jamás me las pondría. Por el contrario, me gusta jugar con las transparencias, los colores, volúmenes y estampados”.

Toma de conciencia

Se queja, eso sí, de que muchas veces se ha sentido juzgada por su físico: “Me han etiquetado, me lo han puesto difícil; he tenido que demostrar que valía el triple que otras personas, porque pensaban que yo no podía haber llegado a por mis propias capacidades”, asegura.

Y es que, sin perder la sonrisa, no deja de reivindicar sus causas. Sobre todo, cuando explica en qué luchas se ha metido voluntariamente y en cuáles, obligada. “Hace tiempo leí una frase que me gustó mucho: “Sé el adulto que necesitabas cuando eras niño”. Y con este lema camina por la vida, hacia un futuro que pasa por su gran devoción: los niños. “Estoy estudiando Educación Infantil, me gustan tanto los niños… Creo que son la oportunidad de hacer las cosas mejor, un lienzo en blanco... Es embajadora de la Fundación Sonrisas Azules desde el año 2015: “Trabajamos con niños enfermos o en riesgo de exclusión; niños que están en hospitales o que tienen discapacidades”.

Curiosamente, dice que fue su paso por Secretos de Estado ha marcado una toma de conciencia política: “Tras la serie, lo veo de una forma más clara; hay mucha manipulación en la política. La verdad que te venden nunca es la verdad. En la manifestación feminista del 8 de marzo lo comprobé. Había mucha gente de mi edad, pero también más jóvenes. Creo que esta generación, al igual que todas, se divide en dos: las personas que se mueven y las que se acomodan. Yo prefiero estar entre las que se mueven”. Para ella, la vida es un regalo y puro aprendizaje. “Da lo mismo si te equivocas, porque la vida te da la oportunidad de enmendarlo. Yo en mi profesión estaré arriba y abajo, pero he tomado la decisión de que la interpretación no va a ser lo único, porque soy muchas cosas. Cuando no estoy interpretando, estoy estudiando Educación Infantil; no me voy a quedar parada esperando a que me llamen”.

A Michelle Calvó se le iluminan los ojos cuando habla de sus sueños, sobre todo de aquellos que sabe que pueden convertirse en realidad: “Quiero llegar a lo más alto, pero siendo feliz. Si en algún momento mi profesión no es compatible con estar tranquila y sentirme plena, tengo claro que no temeré a decir que “no”. Claro que querría tener una carrera fuera de España, pero mi prioridad es ser feliz”.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.