Uno de los sentimientos que, por desgracia, compartimos estos días es la impotencia de no poder estar al lado de alguien a quien queremos. Más si cabe cuando sabemos que esa persona está asustada o, en el peor de los casos, cuando se trata de alguien que ha sufrido una pérdida. Las estrictas medidas determinadas por el Gobierno para llevar a cabo funerales y entierros provocan que que se dispare el dolor que sentimos al enfrentarnos a la muerte. Por eso, la escritora Megan Maxwell pone el acento en lo complicado que se nos hace "entender y muchas veces no poder atender a esas personas, porque todos conocemos a alguien que está perdiendo a un ser querido".