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La boutique Hermès muestra sus fiestas desde un nuevo punto de vista; la estrella por el suelo y los regalos esparcidos (también boca abajo).
El árbol de Brunello Cucinelli apuesta por innovar y se apoya en la tradición con la mezcla de palabras escritas por Cicerón en su en su Laelius de Amicitia (44 a.C).
Loewe apuesta por la blanca navidad y presenta un árbol invertido, frondoso a los pies y con un elemento creativo y original, los caracoles invernales.
La marca romana de joyería Bulgari colabora con el diseñador Tomás Alía en esta espiral de fibras naturales, en referencia a las torres de babel.
Stella McCartney utiliza la nostalgia británica con un árbol lleno de regalos en su interior, entre los que destacan juguetes infantiles de los años 90.
Con la colaboración del artista Javier S. Medina, la marca Chaumet trabaja el esparto, lo trenza y lo cose con hilo bramante para crear un árbol. Su inspiración es sorprendente: los abejorros.
Chopard se ha fijado en la Palma de Oro, diseñada en 1995 por la copresidenta y directora creativa de la marca, Caroline Scheufele.