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La cita es en Tipos Infames, una pequeña librería madrileña en Malasaña, con Inés Martín Rodrigo (Madrid, 1983), escritora y periodista cultural en ABC, que acaba de ganar el Premio Nadal 2022, con Las formas del querer (Destino), que se publica el 2 de febrero. «No es casualidad que nos hayamos reunido aquí. Desde que abrieron, son como mi casa. Además, Azules son las horas (Espasa), el primer libro que publiqué, lo presenté aquí. Fue como mi puesta de largo como escritora», recuerda Martín Rodrigo. «Creo que es un buen momento para acordarse de la gente que te ha apoyado en el camino hasta aquí y para reivindicar el papel del librero». Por eso, nos invita a descubrir algunas de sus favoritas.
«Es la librería de Lola Larumbe, que es maravillosa. Lleva décadas siendo un poco la luz que nos ilumina a todos los amantes de los libros en Madrid. El 7 de enero, un día después de que me dieran el premio, presentamos allí el libro en petit comité». (Tutor, 57, Madrid).
«Cerquita de Tipos Infames, está Cervantes y Compañía. La lleva María San Martín que, además de amiga, también es escritora. Entre otras cosas, destacaría que es un espacio en el que sentirte seguro. Me encuentro muy bien entre libros. De hecho, hay pocos lugares que me aporten la tranquilidad que me aportan las librerías». (Pez, 27, Madrid).
«La expresión agitador cultural me gusta mucho, y creo que Rafa Arias, su dueño, la encarna muy bien. Es un tipo brillante y la newsletter que hacen es espectacular. Tienen unas recomendaciones que no se quedan en la superficialidad del argumento o de la contraportada, sino que se ve que se han leído los libros y que les gusta. Allá donde ponen el ojo de la recomendación, siempre aciertan». (Rector Lucena, 1, Salamanca).
«Es mi visita obligada si voy a Nueva York, no importa los días que pase allí. Es el templo de los libros en Manhattan. Estanterías y estanterías con más de dos millones de libros de todos los títulos imaginables y por imaginar. En mi mente, está ligada a mi pasión por la ciudad y, si pienso en una, la asocio con la otra». (828 Broadway, Nueva York).
«Tengo mucha vinculación con Santander. Allí veraneo y vive una muy buena amiga. La Librería Gil es como una casa para mí. Voy a repetir mucho lo de que las librerías son como un refugio. No soy una persona expansiva, sino introvertida, tímida. Rodeada de libros me siento a gusto y con los libreros tengo temas de conversación compartidos. Con Paz Gil, la dueña, me pasa». ( Hernán Cortés, 23, Santander).
«Pasé mi infancia en un pueblo de Cáceres y me tiran las raíces para reivindicar la muy importante labor que, desde hace tiempo, están desarrollando en Plasencia Cristina Sanmamed y Álvaro Muñoz. Hace unos meses abrieron también sucursal en Cáceres, y es la mejor noticia para una ciudad tan especial como esa. Además, como buena fan de Blade Runner, me chifla el nombre». (Rúa Zapatería, 22, Plasencia, y Calle Roso de Luna, 7, Cáceres).