Julieta Venegas: «Toca revisar aquello que hemos dado por sentado simplemente porque se nos inculcó desde niños»

Después de siete años de reflexión y silencio, la artista mexicana adelanta su gira al lanzamiento de un nuevo disco. Fan de Rosalía y líder del feminismo que se canta, la autora del éxito Andar conmigo reivindica en una de sus canciones el derecho a caminar sola.

La cantante Julieta VEnegas Melissa Lunar
Julieta Venegas: «Toca revisar aquello que hemos dado por sentado simplemente porque se nos inculcó desde niños»
Eduardo Bravo

«Me gusta volver a las Españas para reencontrarme con el público y mantener esa relación tan bonita y que dura ya muchos años», comenta desde México Julieta Venegas (Long Beach, California, 1970) que, del 10 al 18 de septiembre, visitará seis ciudades españolas.

En esta mini gira, interpretará en formato cuarteto un repertorio compuesto por sus canciones clásicas y otras de su próximo disco, el primero que ve la luz desde Algo sucede, aparecido en 2015. Sin título todavía, combina sintetizadores y cajas de ritmos con el habitual acordeón de Venegas, consiguiendo un nuevo sonido que lleva la música de la mexicana de los teatros a las pistas de baile.

Pone así fin a un silencio discográfico de siete años en los que no ha parado: sus reseñas literarias en GoodReads tuvieron tanto éxito que se convirtió en editora, ha musicado obras de teatro y ha colaborado con artistas como Bad Bunny o el gallego Sen Senra.

Mujerhoy. Acaba de lanzar En la orilla, la tercera canción de su nuevo disco, que aparecerá en noviembre. ¿Cómo se ha adaptado a este nuevo escenario en el que las canciones se lanzan una a una y los discos se publican ya iniciadas las giras?

Julieta Venegas. En mi caso, creo que esta fórmula es mejor porque hace que todo sea mucho más flexible. Me gusta contar la historia canción por canción, es como armar un rompecabezas. Aunque lo vaya mostrando poco a poco, el disco ya está acabado porque en eso sí que soy más antigua. La diferencia es que, mientras espero a que se publique, actúo porque no quería retrasarlo tanto.

¿Qué le parece que las plataformas digitales faciliten que nuevos artistas se profesionalicen sin necesidad de discográficas?

Se han eliminado muchos de los filtros que había que pasar, es evidente. Antes las disqueras y las radios eran quienes decidían quién sonaba y quién no, y ahora hay más libertad. La gente sube su música desde casa, tiene un contacto más directo con el público y eso permite que surjan fenómenos inesperados todo el tiempo.

Me intriga mucho cómo se está haciendo y escuchando la música actualmente. Por más que yo pueda ser antigua en la manera de trabajar, soy muy curiosa con lo que me rodea. Tener acceso a tanta música para la gente que somos melómanos es algo increíble.

¿Qué está escuchando en este momento?

Me gustan mucho las «mujeres raras» como Julia Holter, Aldous Harding, Cate Le Bon... Esa búsqueda que tiene que ver con lo onírico, con lo simbólico. De Julia Holter, por ejemplo, me llama muchísimo la atención la instrumentación, porque nunca sé para dónde van a ir sus canciones.

Luego, en Argentina hay toda una expresión muy padre de trap. Aquí en México hay un chico nuevo que se llama Rosas que es maravilloso y otra chava que se llama Girl Ultra y que está sacando cosas geniales. En el fondo, escucho de todo: puedo poner a José Alfredo y, más tarde, a C Tangana.

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¿Cómo contempla fenómenos como los de Rosalía y otras artistas, que controlan su carrera tanto desde la perspectiva de la creatividad como del negocio?

Me siento muy contenta de ver que el universo musical se ha ampliado y se ha enriquecido con la presencia de mujeres compositoras. Rosalía es una de las artistas más grandes que han surgido en mucho tiempo. Me inspira muchísimo.

Hay un montón de artistas nuevas que me parecen muy interesantes por cómo desarrollan sus carreras. De hecho, me da la sensación que es la industria la que ahora persigue a los artistas para contratarlos, pero ellos, cuando ven las condiciones que les ofrecen, piensan: «¿Para qué?».

Hay un territorio en el que las mujeres no han conseguido hacerse un hueco: el de la producción musical, donde los referentes siguen siendo masculinos. De hecho, usted siempre ha trabajado con hombres en sus discos. ¿Por qué cree que sucede esto?

Cuando empezamos a grabar el disco estábamos buscando mujeres técnicas. Queríamos una ingeniera que mezclara el disco, una mujer que lo masterizase y, aunque al final me decidí por Álex Anwandter para la producción, es cierto que estuve buscando mujeres productoras con las que trabajar, pero no encontré.

Mis vídeos, sin embargo, sí que los hago con mujeres. Desde la realizadora a la directora de fotografía, toda la parte técnica de los vídeos está siendo resuelta por mujeres. Creo que es un fenómeno que tiene que ver con la seguridad que demuestran los hombres a la hora de trabajar.

De hecho, cuando hablo con esas mujeres para preparar los videoclips, les digo que prefiero la búsqueda y la incertidumbre a esa certeza firme de que las cosas van a ser necesariamente de una determinada manera. Por eso, aunque estoy convencida de que acabará sucediendo, porque ya está pasando en todos los demás campos, creo que lo de las mujeres y la producción va a llevar algo más de tiempo.

«El arte es hacer aquello que otra persona tal vez necesite escuchar».

A pesar de las conquistas de derechos y libertades, las mujeres aún se sienten amenazadas en situaciones cotidianas. Ejemplo de ello es Caminar sola, una canción en la que habla del miedo a volver sola de noche a casa.

Creí que era importante escribirla porque sentí justamente lo que cuento en ella. Un día estaba en un lugar y decidí marcharme antes de lo que me apetecía únicamente porque, si no lo hacía en ese momento, luego iba a tener que regresar sola. Cuando iba a salir la canción, la estuve escuchando con amigos de diferentes generaciones y cada uno, tanto hombres como mujeres, tenía una manera diferente de expresar esa misma experiencia.

Luego, una vez publicada, se me han acercado muchas mujeres para decirme que la canción cuenta exactamente lo que les pasó a ellas. Es un hecho que la violencia que hay contra las mujeres es universal y Caminar sola habla de eso, de preguntarnos por qué damos por sentado que es normal que una mujer tenga que sentir miedo por ir sola por la calle.

En este y otros temas, nos toca revisar todo aquello que hemos dado por sentado simplemente porque se nos inculcó desde niños. Hay cosas que siguen representando a las mujeres de forma muy arcaica. También la violencia que hay contra las mujeres es universal, está sucediendo en todo el mundo.

Nos toca construir un colectivo de mujeres para ser conscientes de las temáticas que nos afectan y convencernos de que podemos ser una fuerza política que puede generar cambios reales en las estructuras, medidas que van desde la despenalización del aborto a cómo se dispone y qué recursos se destinan a la seguridad en las ciudades.

¿Compone pensando en el efecto que pueden tener sus canciones en el público o simplemente se dedica a escribir lo que necesita expresar en cada momento?

Como artista, lo único que puedo hacer es expresar aquello que me atraviesa y me hace sentir, independientemente de que luego eso tenga alguna consecuencia en el público. En todo caso, si puedo generar algún tipo de diálogo, algún tipo de espacio que le permita a alguien decir «a mí me pasó eso de esa manera», me parece interesante, porque para eso son las canciones: para llamar la atención sobre un determinado tema y generar un debate. De eso trata justamente el arte, de hacer aquello que otra persona tal vez necesite escuchar. Esa es la magia.

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Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.