EL EFECTO LEONOR EN EL 8M
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Démosle la vuelta al llamado efecto Leonor, o sea, el subidón de interés e impacto que la creciente presencia pública de la princesa de Asturias ha supuesto para la Corona española. Merece la pena que, en el 8 de marzo, nos preguntemos qué puede significar para las mujeres españolas el futuro reinado de la hiuja mayor de los reyes Felipe y Letizia. O sea: que dentro de unas cuantas décadas, acaso cuando ya ronde la cincuentena, Leonor se convierta en jefa de Estado.
Si buscamos pistas en la actividad reciente de la princesa Leonor, debemos fijarnos primeramente en lo que ha sucedido desde que iniciara su periplo formativo por las distintas academias del Ejército. ¿Se ha producido un efecto llamada entre las potenciales reclutas españolas? Según los datos publicados por las Fuerzas Armadas, el efecto Leonor en el terreno marcial es discreto.
Según el último informe del Observatorio Militar para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en las Fuerzas Armadas, las mujeres han escalado una décima en 2024 al respecto de 2023, hasta representar el 13,2%. Aún así es subrayable, pues desde los años 90 hasta principios de este siglo la incorporación a filas de mujeres estaba estancada. Aún así, desde el Ministerio de Defensa apuntan que «es pronto para poder hacer una valoración correcta sobre su repercusión en el incremento de la participación de la mujer en el ámbito militar».
Hagamos un apunte interesante: aunque el efecto Leonor en el Ejército puede ser discreto en lo que a reclutas se refiere, en la cúpula militar sí parece haber cambios importantes. Las españolas duplicaron su presencia en los cuadros de mando entre 2023 y 2024, pasando de constituir el 2,2% al 4,4%. De hecho, reseñan en Defensa, existen 10 que han alcanzado ya el generalato y que ocupan puestos de gran responsabilidad.
Es algo más que factible: que la creciente relevancia de la princesa de Asturias como futura jefa de Estado redunde en la presencia de más mujeres en altas posiciones institucionales y organizativas. De hecho, contemplar a Leonor rodeada de hombres en sus futuras obligaciones de representación de la Corona va a subrayar terriblemente las estructuras androcéntricas y, previsiblemente, podrán impulsar procesos de revisión.
Si una mujer ha llegado al trono de España, ¿por qué no llegan más ejecutivas a la cúpula de empresas, fundaciones, medios de comunicación y demás espacios de poder? Aunque la situación política mundial es de incertidumbre, la presencia de Leonor de Borbón en instancias políticas puede reactivar una pregunta dormida en los últimos años: ¿por qué aún no se ha presentado ninguna mujer como candidata a la Presidencia del Gobierno? ¿Habrá que esperar a que la princesa de Asturias sea reina para que la primera presidenta española haga historia?
En la base de la jerarquía de poder, donde nos movemos todas las españolas, la presencia de una mujer como futura jefa de Estado y reina puede conmover menos. ¿Podemos esperar una defensa expresa de las causas feministas, desde la lucha contra la pobreza, el cierre de la brecha salarial o el fin de la violencia de género, en los discursos de Leonor? Difícilmente. Su posición como futura jefa de Estado la conduce a representar a toda la nación, no específicamente a las mujeres, algo que sí atañe a la reina Letizia en calidad de consorte. De hecho, la Reina sí ha tenido gestos con el feminismo o las luchas por la igualdad de las mujeres hace ya una década.
Definitivamente, una reina consorte puede vincularse al feminismo desde las causas sociales que puede abanderar, algo que ya no está tan al alcance de una futura reina y jefa de Estado, obligada a no significarse políticamente. Aún así, puede caerse en una paradoja incómoda si en un país cuya jefatura de Estado la detentará una mujer se defienden mayoritariamente retrocesos en los derechos de las mujeres, por ejemplo para no incentivar su presencia en el mercado laboral o no cerrar la brecha salarial.
Incluso desde instancias conservadoras, se observa a Leonor como representante de una generación llamada a realizar cambios profundos en las sociedades. En el libro 'Doce mujeres europeas. Construyendo la Unión Europea', de Susana del Río Villar, politóloga y consejera académica del 'think tank' jurídico-económico Fide, la princesa de Asturias ocupa un lugar especial en el último capítulo del volumen, dedicado al futuro de la Unión.
Allí, Susana del Río Villar destaca que la heredera al trono de España, la primera mujer en 190 años, simboliza «la esperanza y el potencial de la próxima generación en Europa». Añade, además, que su papel «como mujer joven e inspiradora encarna la visión de un continente unido que se está adaptando al tiempo de la geopolítica, de la mirada geoestratégica que están enfocando todos los países del mundo». Ahora, con la guerra de Ucrania enquistada y la situación con Rusia tensionada, la vinculación con Europa, aún un proyecto de paz, se siente todavía más importante.
«Sus discursos en los Premios Princesa de Asturias y ante las Cortes Generales diciendo: 'Confíen en mí', demuestran que Leonor entiende muy bien su misión», ha confirmado la autora de 'Doce mujeres europeas. Construyendo la Unión Europea' en sus distintas intervenciones a propósito del libro. Una misión que no tiene fronteras en razón de su género, pero que sin duda la sitúa como ejemplo de a lo que pueden aspirar todas las jóvenes españolas si pueden desplegar su talento en un mundo que compensa su desventaja de partida en la competición social y laboral.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.