NO TE PIERDAS

Los hermanos Urdangarin marcan una línea roja a su padre, Iñaki: el miedo de Juan, Pablo, Miguel e Irene

Contra el exceso de realidad: series para escaparte a otros mundos y desconectar radical

Estas tres series de ciencia ficción garantizan una desconexión total de la vida real. Y con la mezcla perfecta de naves espaciales, intriga e inteligencia. Te van a fascinar.

Ver fotos

Pincha para ver los mejores estrenos de series de televisión del mes de enero para empezar el año con un buen maratón de fin de semana

Por si aún no te habías dado cuenta, las naves espaciales son la localización más sexy en el streaming de los nuevos años 20. Olvídate de las mansiones británicas de Downton Abbey o sus imitaciones: lo que pone los pelos como escarpias de puro placer visual son estas catedrales del espacio exterior, un sueño aún no hecho realidad pero que ya pone los dientes largos a los terrícolas. En las tres series que queremos recomendarte, ficciones que son ya de culto para los amantes del género, reciben un tratamiento distintivo y significativo.

The Expanse opta por una estética más de andar por casa en Rocinante, la nave del capitán Holden, aunque los planos de sus estaciones orbitales y de las maniobras espaciales son superiores. Star Trek añade todo lujo de detalles a la nave Discovery, con un puente de mando más grande que muchos apartamentos madrileños. Raised by Wolves propone las más fascinantes:sin duda, es la vuelta de Ridley Scott que esperábamos todos los amantes de Alien.

Las tres series proveen incontables minutos de diversión, intriga y entretenimiento, cada una en un rango de producción diferente que les aporta un tono distintivo. The Expanse, basada en la saga de James S. A. Corey, comenzó sin mucha confianza y fue ganando densidad a partir de la segunda temporada, hasta convertirse en un título de culto. Da una de cal y otra de arena: algunos actores protagonistas necesitan mejorar, pero ciertos personajes son memorables (Miller, Amos, Drummer). The Expanse es una space opera con un fuerte componente político que ha logrado llegar a la sexta temporada por aclamación popular.

Prime Video la produjo a petición masiva de los fans como regalo final pero, a la vista de la cantidad de tramas que deja sin cerrar, no está claro que terminen aquí las guerras coloniales entre la Tierra (los privilegiados que poseen atmósfera), Marte (los colonos que han progresado gracias a una cultura militar y sueñan con replicar la Tierra) y el Cinturón de Asteroides (donde prima el trabajo esclavo para surtir de materias primas a la Tierra y Marte). Es increíblemente adictiva y, en algunos momentos de las temporadas dos y tres, hasta poética.

Star Trek Discovery no viene a revolucionar una saga verdaderamente interminable, pero tiene dos factores a favor incontestables: es la franquicia que ha terminado fijando la ética y la estética de las series del espacio en televisión y, además, aquí actualiza ambas de manera sobresaliente. Discovery integra la agenda política de la generación millennial y centennial: no solo el feminismo (la capitana es una mujer negra, interpretada por Sonequa Martin-Green) o microlecciones de inteligencia emocional, sino que llegamos a escuchar de un personaje, el kalpiano Saru, cosas que podría decirnos un cerdo de macrogranja si pudiera hablar.

La última serie no es, de ninguna manera, la peor. Raised by Wolves, de la que en breve se estrena la segunda temporada, es una brutalidad total, tanto estéticamente como por su capacidad para generar emociones e ideas. Cuidado, es una serie oscura y violenta, pero como sucede con las mejores series de ciencia ficción se permite hablar de esos temas que otras ficciones temen tocar. Por ejemplo (agárrate), ¿cómo funciona el poder cuando se sirve de la religión y de la ciencia; ¿cuál es el concreto contenido de lo que entendemos por humano?; ¿es la capacidad de dar vida lo que, supuestamente, cambia la perspectiva vital de las mujeres o un sentimiento de cultivo cultural como es lo maternal?