Las excentricidades de un icono
Las excentricidades de un icono
Controvertido y dotado de una gran capacidad de palabra, tanto escrita como oral, Fernando Sánchez Dragó ha muerto hoy, 10 de abril, de un infarto a los 86 años. Deja atrás un importante legado profesional y cuatro hijos por los que mostraba públicamente un gran afecto.
El propio Fernández Sánchez Dragó explicaba, con una gran capacidad de síntesis, cómo es su particular familia, en agosto de 2022, en un mensaje de Twitter: «Tengo cuatro hijos, pero todos ellos son, en cierto modo, únicos, porque son de distintas madres y cada uno se lleva diez años o más con el siguiente. Mi hijo mayor tiene ahora sesenta y dos años, la segunda cincuenta y tres, la tercera cuarenta y uno, y el pequeño nueve».
Su vida sentimental ha sido muy intensa y de los cuatro hijos la más conocida es la actriz Ayanta Barilli, la segunda de los cuatro hijos del escritor, fruto de su relación con la profesora de Historia y Filosofía italiana Caterina Barilli, que falleció prematuramente a finales de los años 70. Tres años más tarde, en 1981, se establecería en España, donde ha desarrollado una carrera multidisciplinar.
Ayanta estudió danza clásica con Víctor Ullate, ha intervenido en películas como 'Don Juan en los infiernos' o 'Amo tu cama rica', en obras de teatro como 'Descalzos en el parque' y 'Arsénico por compasión', y en televisión en 'A las 11 en casa' junto a Ana Obregón y Carmen Maura. Ha trabajado realizando castings, como coach, en la radio junto a Federico Jiménez Losantos y fue finalista del Planeta con 'Un mar violeta oscuro', su primera novela en 2018.
Fue clave en la elaboración de ese libro un diario que había escrito su madre sobre los ocho años que habían estado juntos y le preocupaba precisamente la reacción de Sánchez Dragó, de quien en las entrevistas promocionales hablaba con gran admiración, aunque reivindicaba tener un estilo propio.
«La primera relación sexual que tuve con mi novio fui corriendo a contárselo a m padre». Este titular de una entrevista que concedió a 'El Mundo' en octubre de 2021 evidencia lo estrecha que fue su relación y la confianza que depositaban el uno en el otro.
«Considero que éste es el gran milagro de mi vida: nos llevamos todos de maravilla, somos una familia... ¡Algo habré hecho bien!», manifestaba Sánchez Dragó a propósito de su relación con los cuatro en 2013, cuando ya había nacido su hija menor, Akela, fruto de su relación con la japonesa Naoko, en una entrevista publicada por La Vanguardia.
No le faltaba sentido del humor a Sánchez Dragó, quien en la mencionada entrevista aseguraba que la pequeña había partido del deseo de su pareja y que estaba encantado de haber repetido la experiencia a los 75 años: «Su hermano mayor podría ser su abuelo, y yo podría ser su bisabuelo, eso es verdad...».
Su hijo mayor, Alejandro Sánchez Salama, es fruto de su matrimonio civil con Beatriz Salama. Una relación que terminó porque se interpuso en su camino el recordado filósofo Antonio Escohotado, como él mismo contó en su libro autobiográfico Mi Ibiza privada (Espasa). Un hecho que no impidió que su amistad y su entendimiento continuara intacto a lo largo de los años.
Sobre su hija Aixa se pronunciaba, de nuevo con su particular ironía, en 2010, en su columna de El Mundo: «Lo de ser padre es muy complicado. Mi otra hija, Aixa, que ahora vive en El Cairo (le ha dado por aprender árabe. Nos vendrá eso bien cuando Al Qaeda recupere el Ándalus), suele leer Dragolandia y lo mismo se me pica. Los hijos son así. ¡Tranqui, nena! Tú también eres muy guapa. Insh'Allah!». Aixa es fruto de su relación con la francesa Martine Sáiz Pee y al igual que sus hermanos, con la excepción de Ayanta Barilli, mantiene su vida apartada del foco mediático.