CAMBIOS EN LA MODA
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Le hemos visto ponerse a la altura de los dioses de la moda con sus fabulosos vestidos para Valentino, pintándolos incluso de PP Pink, su color. Y también bajando a tierra en A Coruña, al abrigo de Marta Ortega, amiga íntima a quien vistió el día de su boda de alta costura, para honrar al fotógrafo Irving Penn. Ahora Pierpaolo Piccioli, el romano criado junto al mar de Nettuno, en el viejo Lacio, es el nuevo director creativo de una maison que es muy nuestra, Balenciaga.
Piccioli, favorito de las estrellas y rey indiscutible de las alfombras rojas, toma así el relevo del georgiano Demna Gvasalia, el creador que ha desafiado todos los límites, ahora en Gucci. Una jugada de Kering, el grupo al que pertenece la histórica firma, que ya se interpreta como maestra con el fin de apuntalar el sector del lujo en tiempos de crisis. En términos empresariales, Pierpaolo, que se pondrá al frente de la Balenciaga el 10 de julio, es un valor seguro. Eso sí, habrá que esperar hasta octubre para ver su primera colección con este sello en la Semana de la Moda de París.
Nada más conocerse la noticia, él mismo ha contado que mientras navegaba por su página personal de Instagram, se dio cuenta «de que la primera foto que subí fue del conjunto de novia de 1967 de Cristóbal Balenciaga». Dice no ser muy fan de la predestinación, pero lo cierto es que ahí está la imagen como una señal, muy a lo Cortázar, anticipando el futuro. Al fin y al cabo, «cada nueva historia tiene mucho que ver con el camino que nos trajo hasta aquí, con los seres humanos que somos ahora y con las experiencias que ya hemos vivido», admite este graduado en el Instituto Europeo di Design.
Su nuevo cometido le ha dado pie a Pierpaolo Piccioli para recordar que «el legado y el archivo de Cristóbal Balenciaga son probablemente una de las declaraciones de moda más influyentes de todos los tiempos». Los motivos son de sobra conocidos, pero los explicita: «Lo hizo todo antes que nadie; literalmente inventó la cultura de la creatividad; infundió la idea de la alta costura en cada aspecto de su carrera, y demostró, a través de sus creaciones, el poder de la evolución y la innovación».
De sobra lo sabe el hombre que reinventó Valentino: «Lo que recibo hoy es una marca llena de posibilidades que es increíblemente fascinante». Balenciaga, como destaca, «es lo que es gracias a todas las personas que han allanado el camino. Cristóbal, Nicolas (Ghèsquiere), Alex (Alexander Wang), Demna. En todas sus etapas, en constante evolución y cambio, nunca ha perdido de vista los valores estéticos de la casa». Ha tenido palabras de elogio para el arrollador Gvasalia: «Siempre he admirado su talento y visión. No podría pedir un mejor relevo. Rindió homenaje a Cristóbal a su manera, compartiendo su punto de vista a la vez que mantenía viva la identidad esencial de la casa».
Tras dar a conocer el nombramiento, Francesca Bellettini, directora general adjunta de Kering a cargo del Desarrollo de Marca, ha definido a Pierpaolo como «uno de los diseñadores más talentosos y célebres de la actualidad». No se ha quedado ahí, sino que ha ensalzado «su dominio de la alta costura, su voz creativa y su pasión por el savoir-faire». Al tiempo, ha agradecido a Demna su «visión audaz y distintiva» durante los últimos diez años, que moldearon «la identidad de la casa en la era contemporánea».
Por su parte, Gianfranco Gianangeli, CEO de Balenciaga, se ha mostrado entusiasmado ante «la nueva era en Balenciaga con Pierpaolo», convencido de que «su visión creativa prosperará e interpretará a la perfección el legado de Cristóbal Balenciaga, basándose en la atrevida creatividad, la rica herencia y la sólida cultura de la casa».
Piccioli, de 57 años, dejó huella en Valentino, que capitaneó de 2008 a 2024, los ocho primeros años junto a Maria Grazia Chiuri, que luego se marchó a Dior. Ambos habían trabajado juntos en Fendi durante una década, justo antes de que Valentino Garavani los eligiera para impulsar la categoría de accesorios de su marca en 1999, de donde pasaron a asumir la dirección creativa.
Por lo demás, este diseñador, que ha rizado el rizo del romanticismo, ha llevado lo poético a la pasarela y entiende como nadie el concepto de moda arquitectónica, está casado desde hace casi tres décadas con Simona Caggia, con la que tiene tres hijos, a menudo en la primera fila de sus desfiles. Muy italiano en esto también Piccioli, por lo de la famiglia, aunque ahora le toca poner rumbo a París. Al número 10 de la Avenue George V, en aquel edificio donde Cristóbal Balenciaga ajustó prendas de clientes, mostró sus colecciones y tuvo un apartamento desde 1937 hasta que se jubiló, en 1968. Pura elegancia y glamour.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.