FINALISTA con 23 años
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Todos los años la entrega del Premio Planeta es uno de los acontecimientos mediáticos más importantes que se celebran en Barcelona y hasta el último momento se mantiene la incógnita de los ganadores y finalistas. En esta ocasión la triunfadora ha sido Sonsoles Ónega, gracias a 'Las hijas de la criada', «una novela de mujeres valientes que pelearon en el mar». El finalista ha sido Alfonso Goizueta Alfaro, con 'La sangre del Padre', una novela histórica sobre las dos caras de Alejandro Magno: «Este chico que tenía mi edad, 23 años, que salió de su casa, abandonó su hogar, y se enfrentó al vacío», contaba el escritor.
Ónega tiene una trayectoria muy mediática (en la actualidad está al frente del programa 'Y ahora Sonsoles' en Antena 3) y literaria, refrendada también por el premio Fernando Lara, que ganó en 2017 con 'Después del amor'. Sin embargo, el jovencísimo finalista es más desconocido para el gran público, aunque su bagaje ya es más que notable y conocido en círculos literarios e intelectuales.
A propósito del germen de este trabajo, ha manifestado que en principio iba a ser un cuento, pero que fue su abuela quien le animó a convertirlo en novela. Con humildad y nervios manifestaba que no era nada elocuente para eventos de estas características. Tampoco debemos pasar por alto que se ha convertido en el finalista más joven de la historia de estos galardones, que han contado con un jurado compuesto por José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López.
Alfonso Goizueta Alfaro nació en Madrid en 1999 y desde muy temprana edad evidenció que estaba destinado a alcanzar logros significativos. De su formación académica conviene destacar que es licenciado en Historia y Relaciones Internacionales en King's College, en Londres, universidad por la que han pasado diversos premios Nobel en distintas disciplinas y escritores célebres como Keats o Virginia Wolf.
El finalista del Planeta también ha participado en 2019 en el Curso de Verano FAES, España: Calidad Democrática, Cohesión y Estado del Bienestar, y en un curso sobre la guerra y en la historia mundial y las relaciones internacionales, organizado por las universidades de Oxford y Cambridge. Además de en un seminario en liderazgo en valores auspiciado por Aspen-Cañada Blanch.
A sus 24 años, Alfonso tiene ya tres publicaciones relevantes en su haber. En 2017 publicó Limitando el poder 1871-1931, un repaso por la historia de la diplomacia occidental desde la unificación de Alemania a la posterior invasión de Polonia. Al año siguiente llegó 'Los últimos gobernantes de Castilla', un ensayo que versa sobre los orígenes de la unidad de España en los siglos XV y XVI.
Su debut en la literatura se produjo con 'Corazón de deidades' que Caligrama Editorial lanzaba bajo la siguiente premisa: «La novela definitiva sobre la mitología griega. Una crónica novelizada, entretenida y bien escrita sobre todos los episodios, conocidos y por conocer, de los dioses, titanes y mortales que pueblan las leyendas fundacionales del mundo occidental».
Paralelamente a estas actividades, Alfonso Goizueta Alfaro ha publicado diversos artículos en revistas universitarias, tribunas de opinión en Abc, ha sacado adelante el blog De historia, política… y perros, y está al frente del podcast La torre del faro junto a Nico Oriol, disponible en Spotify, que ha alcanzado ya 82 episodios y donde hablan de política, historia y cultura, entre otras cuestiones.
Hace dos años Goizueta Alfaro publicaba un su blog artículo titulado Una reflexión sobre Ayuso, en el que manifestaba los argumentos que a su juicio han hecho que la presidenta de la comunidad de Madrid haya llegado tan lejos en política y dentro del Partido Popular. «No acumula títulos universitarios ni publicaciones académicas. No es ni abogada del Estado, ni letrada a Cortes. Es consciente de lo que es. Es periodista y no se avergüenza. Es fiel a sus principios. Y precisamente por eso no ve al inteligente como amenaza sino como oportunidad para llenar sus vacíos», asegura.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.