Las series de televisión son una buena forma de desconectar y escaparnos a otras realidades, pero también son capaces de acercarnos universos que se parecen demasiado a la pandémica realidad. En el último año son varias las producciones que nos proponen ficciones relacionadas con la expansión de un virus letal, y ahora ha llegado el turno de explorar una temática relacionada con los cambios que ha traído a nuestra vida el coronavirus, nuestra relación con el trabajo. Con el críptico título de Separación y de la mano de Apple TV+ este thriller de ciencia ficción se adentra en la utópica posibilidad de poner una barrera entre la vida personal y laboral. Y el resultado es escalofriante.
Con el título original de Severance, ruptura en inglés, esta creación de Dan Erickson se centra en Mark, un hombre de mediana edad que trabaja en Lumon Industries. Una empresa en la que algunos de sus empleados son sometidos a a una intervención quirúrgica para que en cuanto entren en la oficina sus vidas, con sus preocupaciones y sus alegrías, desaparezcan de sus mentes. Y lo mismo ocurre cuando llega la hora de salir y ponen rumbo a sus casas. Tienen un puesto, con unas tareas que realizar, pero en realidad su trabajo es un recuerdo vago que no saben concretar.
Lejos de ser un secreto, Separación transcurre en un mundo distópico en el que el logro de separar vida personal de laboral es conocido por todos e incluso motivo de enfrentamientos políticos. Para Mark esas ocho horas que pasa en la oficina son una vía de escape para una realidad que lo tiene sumido en una profunda depresión. Y eso es lo único que le importa, a pesar de las dudas que pueda generar en qué invierte el tiempo que pasa en la oficina. Sin embargo, su apacible y anodina vida se ve alterada cuando su mejor amigo en la oficina desaparece de un día para otro de su vida laboral y le encuentra en su vida personal.
Adam Scott, que interpretó al marido de Reese Whiterspoon en Big Little Lies, es el encargado de interpretar a Mark, y entre los empleados de Lumon Industries encontramos a John Turturro (La conspiración contra América) y Christopher Walken (The Outlaws). Patricia Arquette, que en los dos últimos años ha logrado sendos Globos de Oro por The Act y Fuga de Dannemora, interpreta a Peggy, la misteriosa jefa de Mark con la que tiene más relación de la que él cree.
Con una producción artística tan fría y calculada como su relato, y un cromatismo que descarta los tonos cálidos, Separación es un thriller inquietante que se toma su tiempo para acercar al espectador el perturbador universo que quiere presentarle. La división entre la vida personal y profesional es ahora motivo de sesudos análisis por parte de todo tipo de profesionales pero ¿es posible? Y lo que es más importante, ¿es necesaria?
Con Ben Stiller a cargo de la dirección de buena parte de sus 9 episodios, la creación de Erickson propone un relato en el que el tiempo libre de los trabajadores se mantiene convenientemente alejado de su profesión, pero lejos de ser una propuesta idílica la historia de Mark está repleta de en el que también se evidencian diversos inconvenientes.
Su original planteamiento y su notable capacidad para crear un ambiente asfixiante es capaz de adentrarse en cuestiones filosóficas (¿dónde queda aquí el libre albedrío?), pero también de ofrecer una versión oscura de todas esas comedias laborales que en los últimos años han mostrado una visión caótica y satírica del trabajo. Entre misterio y misterio, o sorpresa y sorpresa, no podemos evitar querer saber más del devenir de Mark, el de dentro de la empresa y del de fuera. Y del nuestro, no vaya a ser que como ya hicieron otras previamente, Separación sea un relato adelantado a su tiempo.
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