
El mayor desafío al que se enfrenta ahora la vicepresidenta Kamala Harris no es ser mujer de color, es darle sentido a su puesto: te explicamos por qué
Kamala Harris ya hace historia como la primera mujer racializada que ocupa la vicepresidencia de Estados Unidos. Es un puesto con trampa: puede convertirse en mera consorte del presidente con atribuciones imprecisas o ligeras. Una especie de 'esposa de oficina', pero en las más altas instancias del poder.
por Elena de los Ríos