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¿Qué es el metabolismo basal y cómo cambia?

El método Amaro propone aumentar el metabolismo basal para quemar las calorías ingeridas y no ganar peso.

Con el ejercicio y la alimentación se puede cambiar el metabolismo basal. / FOTOLIA

Raquel Alcolea
RAQUEL ALCOLEA

"La clave para adelgazar es saber qué comer, cuándo comerlo y cómo comerlo", propone la Dra. Amaro, que ha patentado un método para perder peso que se basa en conseguir un índice de metabolismo basal superior al del punto de partida. "Esto permite la ingesta de alimentos en cantidades superiores a las del inicio sin que repercuta en el peso final del paciente", asegura. Suena bien, pero ¿qué es exactamente el metabolismo basal ? Según explica la doctora, este concepto hace referencia a las calorías básicas necesarias para sobrevivir (levantarnos, respirar...). Éste difiere de unas personas a otras y cambia en función de los hábitos de vida del cada individuo (genética, edad, práctica de ejercicio, tipo de alimentación...).

Las rutinas de ejercicio y la alimentación ayudan a aumentar el metabolismo basal

Para calcular el metabolismo basal de cada persona, la doctora emplea una fórmula que, entre otras variables, tiene en cuenta el peso, la altura, medidas de la cintura (en centímetros y el porcentaje de grasa, que se mide con plicómetro), medida de la cadera, porcentaje de grasa total, kilos de grasa total, tensión arterial y actividad física. También se analizan los hábitos de vida del paciente: tipo de trabajo, posibilidad de comer o no en casa, frecuencia de viajes y de ocio... Una vez calculado el dato, la autora del método propone aumentar el metabolismo basal de la persona que quiere perder peso a través de la alimentación y de las rutinas de ejercicio físico, pero no de una forma puntual sino permanente, de modo que esa persona consiga cambiar su estilo de vida.

Dieta. / pixaby

Una dieta 'sin mantenimiento', su seña de identidad

  • Flexibilidad. "Es difífcil mantenerse a dieta por un largo periodo de tiempo, por eso los especialistas debemos conocer los hábitos de los pacientes y adaptar el tratamiento a sus necesidades y costumbres", explica la Dra. Amaro.

  • Introducción progresiva de alimentos. "La primera semana se arranca con proteínas, frutas, verdudas, lácteos y frutos secos y el resto de los alimentos se van introduciendo en función de tus características y tus gustos, sin tener que esperar a que se produzca pérdida de peso", detalla la doctora.

  • Dos comidas/cenas libres a la semana. La experta asegura que esto evita que se tenga que renunciar a la vida social y ayuda a controlar la ansiedad, mientras se adquieren hábitos de vida saludables.

  • Concepto lineal. Al basarse en la consecución de un índice de metabolismo superior al del punto de partida no existen los conceptos de fase de adelgazamiento y fase de mantenimiento pues, tal como explica la doctora, el mantenimiento se aplica desde el primer día.

  • La actividad física, algo natural. Vincula las rutinas de ejercicio físico adaptadas a las características y posibilidades de cada paciente, de modo que esta actividad acabe incorporándose a la vida diaria del paciente de una forma natural.

  • Se elimina el efecto rebote. Una vez acabado el tratamiento el cuerpo consigue quemar las calorías adecuadas para mantener el peso de forma saludable. "El pacietne podrá comer de todo (de manera racional) sin miedo a engordar y habrá adquirido unos hábitos de vida saludables, que deberá mantener a lo largo de su vida.

Por extraño que parezca uno de los aspectos que cuesta más a las personas que han seguido este método es disfrutar de las dos comidas o cenas "libres" a la semana. "Unas veces porque se empeñan en saltarse ese privilegio y eso es algo que no se puede hacer porque es contraproducente y elimina el concepto de dieta "lineal" y otras porque se dan atracones, pues aunque puedes comer lo que quieras, es importante hacerlo de forma racional", argumenta la Dra. Amaro.

Para alcanzar unos hábitos de vida saludables, la experta propone además seguir estos consejos:

Incluye ejercivio en tu rutina diaria. / pixabay

  • Incluye el ejercicio, las rutinas diarias, como parte de tu vida.

  • Desayuna siempre, es la comida más importante del día.

  • No debes estar nunca más de ocho horas seguidas sin comer nada. "Recuerda que acostarse sin cenar es una forma de ayuno y que tu cuerpo estará deseando almacenar en forma de grasa al día siguiente en tu cuerpo cualquier alimento que ingieras", explica.

  • Toma algo a media mañana y a media tarde.

  • Consume más pescado (más blanco que azul) que carne.

  • Hidrátate, recuerda beber líquido conforme a tus necesidades.

  • Consume azúcar moreno en lugar de azúcar blanca o edulcorantes como stevia.

  • No elimines la sal y consume todas las especias que quieras, pues aportan minerales y vitaminas.

21 de marzo-19 de abril

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