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Juntas 120 ml de yogur natural, ½ plátano, 100 g de arándanos, 1 melocotón, 1 puñado de espinacas y 1 cucharada sopera de puré de almendras obtienes una bebida deliciosa y alta en glúcidos, ácido fólico y potasio. ¿Para qué te puede servir? Para ayudarte a acumular reservas de glucógeno de cara a una competición importante.
Disfruta de sus beneficios triturando 150 g de sandía junto a 80 g de mango, 120 ml de yogur de coco, 3 cucharadas soperas de avena, 2 cucharadas soperas de semillas de lino molidas y 1 cucharadita de miel. Si bebes este batido tus músculos te lo agradecerán ya que las bebidas con propteínas entre sus ingredientes ayudan a a que se recuperen del esfuerzo.
Esta combinación de proteínas, vitaminas y hierro (gracias al maracuyá) te pone a tono para enfrentarte a los entrenamientos de fuerza. Para hacerlo necesitas 240 ml de almendras, 70 g de papaya, 2 maracuyás, 1 zanahoria, 130 g de tofu y 1 cucharada sopera de almendras crudas.
El más completo de todos los smoothies se convertirá en tu aliado para enfrentarte o recuperarte de las sesiones más exigentes. ¿Por qué? Por su poder energizante y la combinación de especias que favorecen la circulación sanguínea. Hacerlo es tan sencillo como triturar y mezclar 240 ml de leche de anacardos, 1 plátano, 1 cucharadita de maca en polvo, otra de semillas de chía, otra de semillas de cáñamo, ¼ de cucharadita de extracto puro de vainilla, 1 cucharadita de bayas de goji y la misma cantidad de habas de cacao.
Esta bebida combina 250 ml de té verde frío, 1 plátano, 2 puñados de col rizada, 1 kiwi y 6 fresas. Si trituras y mezclas sus ingredientes conseguirás un smoothie energizante repleto de vitamina C, K, E y folatos. Ideal para recuperarase tras una sesión de Crossfit o correr una gran carrera. Además, su aporte de potasio te ayudará a prevenir dolores musculares y agujetas.