Los coloretes en crema se han convertido en el secreto mejor guardado de quienes buscan un rostro jugoso, sano y con buen tono sin renunciar a la naturalidad de un maquillaje invisible. Para las pieles maduras, que en verano tienden a deshidratarse o perder elasticidad, estos formatos aportan un plus porque, además de dar color, color, también hidratan y no se acumulan en las líneas de expresión. Son versátiles, modulables y funcionan igual de bien sobre piel limpia que sobre bases ligeras.
La clave para elegir un buen colorete en crema está en la textura y la fórmula. Lo ideal es que se funda con la piel y tenga ingredientes que aporten hidratación, como aceites vegetales o ácido hialurónico. Las fórmulas con acabado glow o satinado suelen favorecer más a las pieles maduras, ya que aportan luz sin marcar irregularidades. Y el tono también importa: los melocotón, rosados empolvados y terracotas suaves suelen ser los más favorecedores para un efecto buena cara inmediato.
Además, su aplicación es rápida y sin complicaciones. Basta con calentar el producto con los dedos y difuminar sobre los pómulos. Algunos vienen con aplicadores que facilitan aún más el proceso. Y lo mejor es que caben en cualquier bolso
r.e.m. beauty Eclipse. Su textura cremosa y modulable está enriquecida con aceite de jojoba y extracto de pomelo, que hidratan y protegen frente a agresores externos. Ideal para pieles maduras, se desliza con facilidad sobre mejillas y labios, dejando un acabado luminoso que no marca líneas ni reseca.
Tarte blush tape™ es un híbrido entre maquillaje y tratamiento, pensado para lograr un rubor efecto filtro gracias a su polvo de diamante que difumina la luz sobre la piel. Su punta de precisión permite una aplicación rápida y sin errores, y su fórmula ligera pero pigmentada se funde con la piel para un acabado difuminado y fresco. Perfecto si buscas un producto que se mantenga intacto durante todo el día sin perder confort.
Yves Saint Laurent Make Me Blush. Su fórmula acuosa se adapta perfectamente a la piel, incluso encima del maquillaje, sin cuartearse ni resecar. Tiene una duración de hasta 12 horas y está disponible en tonos que se funden con la piel para conseguir ese efecto de mejillas ligeramente sonrojadas, sin marcar imperfecciones.
Glow Recipe Dewy Flush es más que un colorete: es un sérum con color que hidrata, ilumina y mejora visiblemente la textura de la piel con cada uso. Enriquecido con niacinamida, sandía y centella asiática, este blush trata manchas, poros y rojeces mientras aporta un rubor transparente que se adapta a cualquier tono. Su textura es ligera y es uno de mis favoritos.
Armani Luminous Silk Cheek Tint. Inspirado en los tejidos de seda de la maison, este colorete líquido incorpora perlas que reflejan la luz de forma multidimensional. Su textura ligera y su fusión con la piel lo convierten en una opción infalible para lograr un acabado saludable y elegante. Además, es modulable y se mantiene intacto hasta 12 horas, algo que en verano se agradece.
Charlotte Tilbury Pillow Talk Matte Beauty Blush Wand aporta el equilibrio perfecto entre intensidad y facilidad de aplicación. Con un aplicador tipo cushion, el producto se deposita justo donde lo necesitas y se difumina sin esfuerzo. A pesar de su acabado mate, no reseca la piel y deja un efecto piel de terciopelo que favorece a todas las edades. La gama de tonos, desde rosados empolvados hasta melocotones suaves, está diseñada para dar vida al rostro sin sobrecargarlo. Es una opción versátil y favorecedora.