NO TE PIERDAS

Los hermanos Urdangarin marcan una línea roja a su padre, Iñaki: el miedo de Juan, Pablo, Miguel e Irene

belleza

Más sostenible, eficaz e innovadora: así es la cosmética que viene

Las formulaciones del grupo L'Oréal desafían los límites de lo conocido: desde cultivos verticales hasta tecnologías revolucionarias para extraer fragancias directamente de las flores. Nos sumergimos en el futuro de la belleza.

El grupo L'Oréal está diseñando los productos de belleza del futuro. Foto: Florian Sommet/Trunk Archive.

«La naturaleza es la fábrica más elegante del mundo porque siempre encuentra la forma más refinada de minimizar los errores y conseguir que el proceso sea lo más eficiente posible». Para Ana Kljuic, vicepresidenta de Investigación y Desarrollo de L'Oréal for the Future, no hay ninguna fuente de inspiración mejor que esa para desarrollar uno de los trabajos más difíciles y apasionantes de la industria de la belleza: desarrollar, reformular y aplicar la biotecnología más puntera a la cosmética. En otras palabras: diseñar los productos de belleza del futuro.

«Las ciencias ecológicas, o green sciences, son un conjunto de disciplinas científicas que se ocupan de encontrar nuevas maneras de obtener y transformar los ingredientes», resume sobre su trabajo esta doctora en Genética y Dermatología, que llegó al grupo L'Oréal desde la Universidad de Columbia hace más de dos décadas.

Repensar la cosmética para que sea más respetuosa con el medio ambiente es uno de los desafíos más grandes del ambicioso L'Oréal for the Future, el programa de sostenibilidad de la marca francesa que impregnará toda la estructura y la estrategia del grupo hasta 2030. Para Kljuic, la clave para producir fórmulas altamente eficientes es «entender qué es lo que estás tratando de resolver y qué beneficio cosmético quieres ofrecer al consumidor».

A partir de ahí, hay dos opciones: sustituir algunos ingredientes de la fórmula o reinventarla por completo. «Tienes que pensar qué aporta cada ingrediente, su funcionalidad. ¿Añade hidratación? ¿Brillo? Para hacer una crema hidratante, por ejemplo, ¿cuáles son los ladrillos que necesito poner juntos? ¿Y cómo hago para que sean lo más sostenibles posibles? Hay ingredientes de sustitución uno a uno, como se hacía en la química convencional, pero a veces requiere empezar la formulación desde cero», explica la experta.

Todo empieza, efectivamente, por la materia prima. El objetivo es que los ingredientes sean renovables, abundantes, que tengan un origen sostenible y trazable. Para conseguir eso, hay muchas vías. «Hay innovaciones que usan bacterias y otras que utilizan microalgas e incluso otras partes de las plantas, como las raíces, para obtener nuevos ingredientes que se pueden utilizar en la formulación», indica la científica. Pero existe un paso previo: obtener la biomasa que dará lugar a esos ingredientes. Reinventar ese proceso también forma parte del reto. «Puede ser mediante procesos agrícolas regenerativos, pero también explorando técnicas como los cultivos verticales», explica Kljuic.

Cultivos verticales y ecoextracción de fragancias

Para eso, el grupo L'Oréal ha establecido una colaboración con la startup francoamericana Interstellar Lab, que también trabaja con la NASA desarrollando prototipos de cultivos espaciales, y que está especializada en el desarrollo de biopods. Estas plantaciones verticales de aspecto futurista utilizan inteligencia artificial para crear condiciones biosféricas óptimas de manera que plantas, hongos y microorganismos crezcan más rápido y en las mejores condiciones.

Detalle de los cultivos verticales de Intersteller Lab. L'Oréal.

Luego, esa biomasa debe transformarse en ingredientes para las formulaciones. Todo, con el menor impacto medioambiental posible. Y ahí tampoco faltan soluciones imaginativas. Una de las más audaces es Osmobloom, una revolucionaria tecnología de extracción de captura de aire para ingredientes de fragancias presentada hace unos meses y que anuncia una nueva era para la perfumería. El proceso es extremadamente elegante: un flujo de aire captura las moléculas exhaladas de forma natural por la flor, dejándola intacta y obteniendo extractos de alta fidelidad, incluso de flores cuya extracción natural era antes imposible. Es el caso, por ejemplo, de flores mudas, como el lirio de los valles y el jacinto, la flor de azahar o el nardo. «No usa agua ni calor y es muy respetuoso con el medio ambiente», explica Kljuic sobre la tecnología.

Aunque no todos los productos cosméticos y de higiene suponen el mismo desafío, claro. «Los champús y los acondicionadores para pelo normal son más fáciles de transformar. El maquillaje, en cambio, es uno de los más difíciles desde el punto de vista técnico. Son fórmulas muy complejas porque necesitan tener una emulsión lo suficientemente fuerte para retener todos los pigmentos y tienes que asegurarte, además, de que todo lo que cambias no va a repercutir en el color y la durabilidad», ilustra la experta.

A pesar de los desafíos que representa un porfolio tan amplio de cosméticos y artículos de higiene, el grupo francés está reinventando la formulación de todo tipo de productos. Un buen ejemplo es la bruma solar ecológica Water Lover, de Biotherm. Sus ingredientes han sido seleccionados por su perfil medioambiental y testados para asegurar que no tienen un impacto negativo en la vida acuática. O el gel limpiador purificante de La Roche-Posay Effaclar, cuya innovadora formulación incluye el ingrediente activo Phylobioma que, potenciado por la ciencia del microbioma, equilibra el pH de la piel.

La biotecnología es una gran aliada del departamento que dirige Kljuic para producir ingredientes de alto rendimiento. Por ejemplo, la vitamina C que enriquece el sérum de Garnier SkinActive Vitamin C Brightening o el ácido hialurónico del champú de Kérastase Blond Absolu Bain Lumière, cuyo extracto de edelweiss, además, se obtiene por un método de ecoextracción. Ni siquiera los discos desmaquillantes son los que eran. Los ecopads reutilizables de microfibra de Garnier SkinActive están hechos de algodón y se pueden lavar para volver a usar.

Y es que el final de la vida útil de cualquier producto, sea un ecopad, una base de maquillaje o un champú, también es una variable esencial en el diseño de cualquier formulación. «Es lo que llamamos ecodiseño. Analizamos el ciclo de vida de principio a fin: hay que pensar en el origen de un ingrediente, de dónde viene, cómo se transforma y cómo se obtiene, pero también en el final de su vida útil, dónde termina y cuál es su impacto y biodegradabilidad. Es algo totalmente integrado en el trabajo de investigación e innovación», explica ilustrando que en los productos de enjuague, por ejemplo, se ha avanzado mucho en la eliminación de microplásticos. Es el caso, por ejemplo, del champú de Garnier Fructis Hair Food. Su fórmula vegana, que no contiene siliconas, es biodegradable al 98% y de origen natural en un 97%.

Inteligencia artificial al servicio de la cosmética

La IA, por supuesto, también tiene mucho que decir en todo esto. Ya está presente mejorando la eficiencia de muchos tipos de cultivos, pero también en otro tipo de soluciones técnicas. Un buen ejemplo es Astra −«una especie de ChatGPT», apunta la científica−, que utiliza inteligencia artificial aplicada a la biomimética, la disciplina que estudia la naturaleza para imitarla y aplicarla a la resolución de todo tipo de problemas. «Nos permite aprovechar la inventiva de la propia naturaleza para aportar soluciones a la industria», apunta Kljuic.

La tecnología de extracción de fragancias Osmobloom. L'Oréal.

El mayor obstáculo –y no solo en lo que respecta a la formulación, sino a la estrategia global de sostenibilidad del grupo– es conseguir escalar las soluciones para que tengan un impacto realmente revolucionario en el sector. «Estoy convencida de que la ciencia y la tecnología van a salvar el mundo, pero muchas de las innovaciones empiezan a pequeña escala. Hay que pensar que muchos de estos avances están surgiendo en pequeñas empresas», cuenta Ana Kljuic.

Para acelerar ese proceso hay varios mecanismos. Desde colaboraciones a tres bandas –una startup; un socio tradicional, como puede ser un proveedor, y un grupo como L'Oréal capaz de comercializarlo en todo el mundo–, pero también trabajar codo con codo con la competencia. La casa francesa, por ejemplo, se ha asociado con el gigante Unilever y con la startup Geno para crear Future Origins, que usa biotecnología para desarrollar «cadenas moleculares que se transformarán en sufarcantes» (uno de los grupos de materias primas más importantes en la producción de cosméticos) y diferentes tipos de ingredientes básicos que se necesitan a gran escala y precio bajo. «Tiene mucho sentido que nos unamos a nuestros competidores para avanzar rápidamente en su escalaje», explica la experta.

Aunque todo lo que se hace en los laboratorios del grupo L'Oréal ya es puro futurismo, en realidad solo es el inicio. ¿Cómo se producirán los cosméticos del futuro dentro de 20 o 30 años? «Creo que para entonces esta será una orquesta perfecta que utilizará la naturaleza, la ciencia y la tecnología para dar lugar a nuevos ingredientes con un desarrollo diferente y una nueva experiencia para los consumidores». Una orquesta perfecta y quizá tan elegante como la propia naturaleza.

COMPROMISO CON EL FUTURO

La reformulación de sus productos solo es una de las patas de L'Oréal for the Future, la ambiciosa estrategia de sostenibilidad de la multinacional hasta 2030. Los esfuerzos por reducir el impacto medioambiental de su negocio impregnan toda su estructura. Y los avances ya son significativos. En todos los ámbitos. Las 73 instalaciones europeas del grupo ya operan con el 100% de energía renovable, el 66% de su agua industrial es reciclada o reutilizada y las operaciones de la compañía en el continente han conseguido reducir sus emisiones de CO2 un 25% desde 2019. Además, el ecodiseño de los envases y el esfuerzo por promocionar los cosméticos recargables a través de campañas como Join The Refill Movement representan otro de los compromisos más firmes y visibles del grupo L'Oréal con la sostenibilidad y el futuro.

Temas

L'Oréal