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En verano, la limpieza facial es importantísima. El sudor, la protección solar, la polución y el maquillaje se acumulan sobre tu rostro y, si no se eliminan correctamente, los poros se obstruyen y aparecen las irritaciones. Por eso necesitas un buen desmaquillante como primer paso, ya que, además de limpiar, ayuda a mantener el equilibrio de la barrera cutánea y deja la piel lista para absorber mejor todo lo que venga después.
Ahora bien, no todos son iguales. Los mejores desmaquillantes limpian en profundidad sin resecar ni dejar sensación grasa. Y aunque formatos hay muchos –bálsamo, leche, gel o aceite–, lo importante es que escojas el que mejor se adapte a tu piel. En climas cálidos, las texturas ligeras o transformadoras —que pasan de sólido a aceite o de gel a espuma— son mis favoritas. Resultan especialmente agradables y frescas.
Como truco, fíjate si el producto es apto para ojos y rostro, si retira maquillaje resistente al agua, y en su lista de activos, contiene extractos frutales para iluminar, aceites vegetales para nutrir o ingredientes marinos para revitalizar. Me lo agradecerás.
Este bálsamo sólido se funde en contacto con la piel, derritiendo maquillaje, protector solar e impurezas sin dejar residuo graso. Su fórmula combina aceites ligeros con extracto de papaya y un cóctel de ácidos (AHA, PHA, extracto de yuzu y caña de azúcar) que exfolian suavemente y aportan luminosidad. Apto para pieles sensibles y resistente a cambios de temperatura, es perfecto como primer paso de la doble limpieza o para usar solo cuando necesitas una limpieza profunda y sensorial.
Es un bálsamo limpiador cremoso que, además de desmaquillar, mejora la textura de la piel gracias a las enzimas naturales de papaya. Retira incluso maquillaje resistente y filtros solares, dejando el rostro suave y fresco.
Formulada para pieles secas o deshidratadas, esta leche elimina el maquillaje y las impurezas sin alterar la barrera hidrolipídica. Con aceite de albaricoque, glicerina y la patente Eau Cellulaire, aporta confort, suavidad e hidratación desde el primer uso.
Es un clásico de las rutinas de limpieza, este bálsamo se transforma en aceite al masajearlo, disolviendo maquillaje, protector solar y restos de polución. Se aclara fácilmente, no deja película grasa y es apto para rostro y ojos. Ideal para todo tipo de pieles, incluso sensibles, por su fórmula suave pero muy efectiva.
Con micro alga Tetraselmis de propiedades oxigenantes, este gel combina la eficacia de un aceite con la frescura de una espuma. Retira maquillaje —incluso waterproof— y revitaliza la piel, aportando sensación de limpieza profunda y frescor inmediato.
¿Algo que nos gusta muchísimo? Su textura en gel con microgotas de agua que resulta perfecta para el verano y para quienes prefieren sensaciones ligeras. Además, es apto para todo tipo de pieles.