resultado natural
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Sabemos que una de las partes imprescindibles a la hora de crear un maquillaje perfecto y favorecedor es el colorete. El rubor que se utiliza para dar un aspecto saludable al rostro es todo lo que necesitas para verte más guapa, de manera fácil y sencilla.
Sin embargo, la elección del colorete no siempre es un acierto. Y no solo tiene que ver con la manera de aplicarlo (el menos es más), sino con el color. Y es que una tonalidad mal elegida puede arruinar por completo el look. Es por ello, que hoy te traemos un truco para que esto no te ocurra.
Las opciones disponibles en el mercado de la belleza en cuanto a colorete se refiere es infinita. Existen propuestas con formatos, texturas, acabados y colores de todo tipo que se adaptan a cada gusto, estilo y, por supuesto, a cada tipo de piel.
Como decimos, es esencial, elegir el colorete según el color de piel, según el resultado que se quiera conseguir y según la ocasión. Son muchos los factores que influyen, pero para hacerlo más sencillo, la principal premisa es fijarte si es un tono que te favorece o no.
Y aunque no lo creas, no es necesario hacerse la colorimetría. No hace falta saber si eres verano o invierno o si tu piel es cálida o fría, hemos descubierto un truco mucho más sencillo que puede ser el tip definitivo para comprar el colorete, que mejor va contigo.
Según hemos fichado en el perfil de Instagram de una experta en color y estilismo, lo mejor que puedes hacer es comparar el color del colorete con el extremo de tu oreja. Al parecer, el tono que coge esa zona de tu rostro es el mismo que el de tu rubor natural.
Por lo tanto, si escoges un blush que se parezca mucho a este color, el resultado será un maquillaje muy natural. Si lo aplicas de manera sutil y lo difuminas, bien, conseguirás un rubor que parece propio y un efecto no makeup que tanto nos gusta, sobre todo en verano.
En cuanto a la textura, la experta no aclara si es mejor recurrir a un producto en crema, líquido o en polvo. Esto dependerá el tipo de piel que tienes y si prefieres un acabado más luminoso o mate. Ahora bien, si después de escoger el tono perfecto quieres algo que dure mucho: usa primero uno líquido o en crema y séllalo con un tono similar en polvo. No te arrepentirás.