TRUCO DE MAQUILLAJE
TRUCO DE MAQUILLAJE
El contouring fue una de las técnicas de maquillaje más comentadas hace algunos años gracias a las celebridades de Hollywood. Aunque con el tiempo se dio paso a un estilo más natural, algunos trucos sencillos siguen teniendo gran éxito. Uno de ellos se centra en estilizar la nariz sin necesidad de intervenciones invasivas, un recurso que ha conquistado a miles de personas en redes sociales por su rapidez y eficacia.
La maquilladora y creadora de contenido Alexandra Claudia Milek ha mostrado un método muy fácil que se ha convertido en viral. Su propuesta no necesita experiencia previa ni demasiados productos, ya que todo se logra con un bronceador en crema y un corrector. Con apenas un par de trazos bien colocados y una buena técnica de difuminado, el rostro adquiere una armonía distinta y el resultado sorprende por lo natural que luce.
El truco consiste en marcar de forma estratégica una pequeña línea sobre la aleta de la nariz con bronceador, y justo encima, otra con corrector. A simple vista puede parecer insignificante, pero la magia aparece al difuminar correctamente. El secreto está en trabajar los productos con precisión, utilizando herramientas adecuadas como pinceles o borlas, para lograr una integración perfecta que no delate que hay maquillaje detrás del efecto.
Lo que más llama la atención es que este método se realiza en cuestión de segundos. Mientras que otras técnicas de contouring pueden llevar tiempo y práctica, la rutina de Alexandra Claudia Milek se ha ganado el título de truco exprés. Ideal para quienes buscan un cambio visible sin esfuerzo, demuestra que no hace falta ser profesional para conseguir un acabado impecable y elegante que realce la belleza natural.
Otra de las ventajas de esta propuesta es que ofrece una alternativa al bisturí. Muchas personas sueñan con afinar su nariz, pero no desean recurrir a la cirugía estética. Este sencillo truco brinda la posibilidad de experimentar con la forma del rostro sin riesgos, sin dolor y sin costes elevados. Al fin y al cabo, el maquillaje es eso: una herramienta creativa para jugar con nuestra imagen.
Uno de los usos más populares del bronceador en stick es definir los pómulos. Basta con dibujar una línea justo debajo del hueso del pómulo y difuminar hacia arriba para conseguir un efecto lifting inmediato. Si se combina con corrector en la zona alta del pómulo, la luz contrasta con la sombra y se genera una ilusión de mayor firmeza y volumen sin necesidad de filtros digitales.
El bronceador en stick también permite afinar la mandíbula y disimular la papada. Aplicando el producto en la línea mandibular y difuminando hacia abajo se consigue un contorno más marcado. Para potenciarlo, un toque de corrector en el centro del cuello aporta luminosidad y equilibrio al rostro. Este sencillo gesto ayuda a estilizar el perfil y es perfecto para fotografías o para ocasiones especiales.
Otro truco práctico consiste en acortar ópticamente la frente. Se logra aplicando el bronceador en stick en la zona del nacimiento del cabello, difuminando bien para evitar cortes bruscos. Después, se coloca corrector en el centro de la frente para atraer la luz. El contraste hace que la frente parezca más pequeña y las facciones se vean más proporcionadas, manteniendo un acabado natural y nada recargado.
Finalmente, el bronceador en stick puede utilizarse para dar forma a la nariz más allá de estrecharla. Si se marcan dos líneas finas a lo largo del tabique y se difuminan suavemente hacia los laterales, se consigue un efecto estilizado. Al añadir corrector en el centro del puente nasal, se enfatiza la sensación de rectitud y definición. Es un truco rápido que transforma el rostro con gran sutileza.