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Como estos microreflejos recuerdan a las cabelleras de los peques al volver de las vacaciones de verano, son las más adecuadas para disimular el paso del tiempo. Jennifer Aniston lleva años recurriendo a ellos, ya que aportan un extra de luz a su cara y le quitan unos cuantos años a su DNI.
Llevar el pelo liso tabla pasados los cuarenta es solo aconsejable si se tiene mucha cantidad de pelo; si no, es mejor optar por las ondas o incluso los rizos. Estos restan seriedad a cualquier imagen y son capaces de hacer que te echen unos años menos, como le ocurre a Naomi Watts.
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Los cortes con mucho movimiento y las capas irregulares, como el caso de Toni Acosta, son frescos y desenfadados. Eso sí, es clave peinarlos con cepillo y secador para que el acabado sea más fluido, ya que la plancha deja el pelo demasiado aplastado y más estático.
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Como es un elemento capilar que recuerda a la niñez, el flequillo es el mejor aliado en el momento de restar unos cuantos años a cualquier rostro. Si no, que se lo digan a Maribel Verdú, ya que es su arma secreta para lucir ese aspecto tan juvenil.
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Los hombros debe ser el tope de largo que debes lucir –a no ser que la densidad de tu cabello sea igual que cuando tenías veinte años. Si eliges este corte, acompáñalo de una coloración no demasiado oscura y péinalo con algo de volumen en la zona de las raíces y con forma en las puntas, al igual que Aitana Sánchez-Gijón.
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Este tono cubre canas, disimula arrugas y suaviza los contornos. De ahí que sea el preferido de todas las mujeres a partir de cierta edad. Si, además, lo acompañas de un recogido con algunos mechones sueltos, como hace Nicole Kidman, parecerás una niña ;-)
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El largo entre el mentón y la mitad del cuello es el más adecuado cuando los años comienzan a pesar. El motivo: es fácil de peinar, aporta cuerpo al cabello y deja a la vista cuello y escote, lo que aporta un punto muy sexy. Peinado con ondas, al igual que Cate Blanchett, es muy fresco.
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