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El cepillo de tipo paleta de estructura plana es el adecuado para las melenas más largas, ya que, a la hora de secarlo permiten coger una mayor cantidad de pelo en una sola pasada, mientras que no daña las puntas. Son cepillos pensados para que, con su uso, se desenrede la melena en muy pocas pasadas. (Moroccanoil, 27 euros).
El cepillo de tipo esqueleto es perfecto para los cabellos más cortos. Se trata de un cepillo fino con cerdas separadas, que ayudan a dar definición a este tipo de corte y que permiten peinar los tupés o cardar el cabello de manera fácil. También se pueden utilizar en cabellos rizados. (Beter, 9 euros).
En el caso de los cabellos rizados es conveniente utilizar cepillos que tengan las púas muy separadas, ya que tenemos que desenredar el cabello sin perder la forma natural del rizo, ni encrespar en exceso el cabello. El modelo Wet Detangler Curly de Tangle Teezer respeta al cabello gracias a sus púas flexibles. (14,50 euros).
Para desenredar el cabello sin tirones y de una manera uniforme, podemos utilizar el revolucionario Healthy Manta Brush Ultra Gentle que cuenta con un diseño ergonómico que ayuda a minimizar las roturas y la caída. Está compuesto por un material flexible que se adapta a la palma de la mano, facilitando el cepillado. (31,99 euros).
Para evitar el encrespamiento, es importante escoger un cepillo que combine cerdas de distintos tamaños, combinando materiales como el nylon y el jabalí, para así desenredar el cabello mientras eliminamos el frizz y se suaviza. (Osensia, 18,25 euros).
Los pelos lisos, lacios y finos tienen un aliado en el cepillo Fine & Fragile de la marca británica Tangle Teezer. Su sistema de púas dobles consigue con las largas eliminar los nudos, mientras que, con las cortas, alisa la cutícula del cabello, ayudando a que esté más brillante. (12,50 euros).