Por qué los exosomas son el nuevo tratamiento capilar favorito de las mujeres de 50

El envejecimiento no solo se nota en la piel. Con el paso de los años —y especialmente a partir de los 50— el cabello también cambia: pierde densidad, se afina, se vuelve más seco y su crecimiento se ralentiza. Las alteraciones hormonales propias de la menopausia, el estrés o los cambios estacionales pueden agravar esta situación, provocando una caída más intensa o un aspecto más apagado.

Ante esta realidad, la medicina estética ha encontrado una nueva aliada en los exosomas, diminutas vesículas celulares que están transformando el cuidado capilar. Procedentes de la biotecnología, los exosomas funcionan como mensajeros naturales que transmiten información regeneradora entre las células, estimulando los procesos de reparación del cuero cabelludo y fortaleciendo el folículo piloso.

En palabras de los expertos, estos nanotransmisores consiguen algo que hasta hace poco parecía imposible: reactivar los folículos dormidos y mejorar la calidad del cabello desde el origen. Por eso se están incorporando a numerosos tratamientos capilares en clínicas dermatológicas y centros de estética avanzada.

«La reducción de estrógenos y progesterona durante la menopausia hace que el cabello se vuelva más fino, seco o quebradizo», explica la esteticista Silvia Giralt, fundadora del Centro de Estética Avanzada Silvia Giralt. «Gracias a los exosomas, hoy podemos ayudar a restaurar el equilibrio del cuero cabelludo y estimular el crecimiento de un cabello más denso y fuerte.»

A diferencia de otros tratamientos tradicionales, los exosomas no se limitan a hidratar o engrosar el cabello de forma superficial. Actúan en un nivel mucho más profundo, favoreciendo la regeneración celular y la comunicación entre los tejidos. Esto se traduce en un cuero cabelludo más sano, una mejor oxigenación de los folículos y, con el tiempo, una melena más brillante, flexible y con volumen.

Otra de sus grandes ventajas es que mejoran la respuesta del cuero cabelludo frente al estrés oxidativo y la inflamación, dos factores que suelen acelerar la caída capilar durante la madurez. «En esta etapa, el cabello no solo necesita fuerza, sino también equilibrio interno. Los exosomas ayudan a restaurarlo de forma segura y eficaz», añade Giralt.

Su aplicación es sencilla y cada vez más habitual en clínicas especializadas: se realiza mediante microinyecciones o mesoterapia capilar, en sesiones que no requieren recuperación. Los resultados comienzan a notarse a partir de las cuatro semanas, con una mejora visible en densidad y textura.

Algunos protocolos combinan los exosomas con radiofrecuencia, tratamientos de oxigenación o sérums de crecimiento, creando sinergias que multiplican los resultados. Además, los dermatólogos recomiendan acompañar estas terapias con una rutina capilar rica en nutrientes, antioxidantes y activos fortificantes, así como con suplementos de colágeno o queratina.

Además del tratamiento con exosomas en cabina, estos sérums de crecimiento capilar ayudan a mantener los resultados y mejorar la salud del cabello desde casa. Te recomendamos algunos de ellos que han ganado popularidad con los años.

Uno de los más populares últimamente es el sérum fortificante Genesis de Kérastase. Está pensado para frenar la caída causada por el estrés o los desequilibrios hormonales. Su complejo con aminexil, cafeína y células nativas de edelweiss refuerza el anclaje del cabello y mejora la resistencia de la fibra capilar.

Otro sérum fortificante es de la firma Grow Gorgeous. Un favorito de farmacia que actúa sobre el folículo para estimular el crecimiento y aumentar la densidad. Contiene cafeína, biotina y extractos botánicos que reactivan la microcirculación del cuero cabelludo. Perfecto para uso diario.