Hair cycling: cómo alternar productos para mejorar la salud capilar

Si no has oído hablar de él, deberías, porque va a cambiar la manera en la que te cuidas tu melena. «El hair cycling es una forma inteligente de cuidar el cabello alternando productos según sus necesidades en lugar de usar siempre lo mismo», nos cuentan los expertos de Llongueras. Y es más simple de lo que parece, porque «al igual que la piel, el cuero cabelludo y la fibra capilar cambian con el clima, el nivel de grasa, los tratamientos químicos o el uso de calor».

Es por eso que adaptar tu rutina en función del estado del pelo en cada lavado es más eficaz que repetir un único champú sin variación. «Este enfoque ayuda a evitar la saturación por exceso de proteínas o siliconas, equilibra la hidratación y permite que cada producto actúe cuando realmente es necesario». También mejora la salud del cuero cabelludo al evitar ingredientes demasiado agresivos, consiguiendo que el resultado sea siempre un pelo más sano, fuerte y brillante.

Según los expertos del salón de peluquería, para empezar solo necesitas tres pasos: una limpieza suave de mantenimiento, un lavado reparador para daños o sequedad, y un tratamiento específico (como para cabello teñido, rizado o muy sensibilizado). ¿La frecuencia? Dependerá de tu tipo de pelo, pero el objetivo es respetar su ritmo sin sobrecargarlo.

¿Y qué pasa con los productos? Pasa que hay que fijarse en los ingredientes, el tipo de fórmula y las necesidades actuales de tu melena. «Si lo notas apagado y reseco, escoge fórmulas reparadoras; si tienes el cuero cabelludo sensible o simplemente quieres mantener, opta por limpiadores suaves y respetuosos. Alternar entre ellos permite trabajar de forma más precisa y duradera».

Es recomendable tener siempre tres tipos de champú en casa: uno nutritivo, uno fortificante o reparador, y uno de uso frecuente o suave. Conocer tu tipo de pelo (fino, grueso, liso, rizado, teñido, etc.) también es un pilar fundamental para que cada fórmula funcione. Y si usas productos con siliconas o proteínas, asegúrate de compensar con fórmulas más ligeras en los siguientes lavados. «Parece difícil al principio, pero una vez te acostumbras, es mucho más sencillo, práctico y rápido de lo que parece».

Este champú está diseñado específicamente para cabellos teñidos y sensibilizados, especialmente los de grosor medio a grueso. Limpia con suavidad sin arrastrar el color, ayudando a mantener la intensidad y el brillo del tinte durante más tiempo. Su fórmula también suaviza la fibra capilar, por lo que notarás el pelo suave y menos encrespado.

Es una opción reparadora muy eficaz, pensada para momentos en que el cabello está especialmente dañado o quebradizo. Contiene proteínas derivadas del bambú y la seda que actúan reforzando las zonas más debilitadas de la fibra. Limpia en profundidad pero al mismo tiempo trata, por lo que es perfecto como parte de un ciclo capilar que incluya etapas de reconstrucción intensiva, sobre todo tras coloraciones o uso de herramientas térmicas.

Finalmente, este champú suave de uso frecuente limpia sin agredir y protege frente a la polución y otros agentes externos. Contiene un 86% de ingredientes de origen natural y es uno de mis favoritos porque cuida del cuero cabelludo sin saturar.

Resulta ideal para esos días en los que no necesitas tratar ningún daño específico y solo buscas higiene y equilibrio. Es el tipo de fórmula base que no debería faltar en ninguna rutina de hair cycling.