cuidado pelo
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El cabello, al igual que la piel, necesita cuidados específicos para mantenerse sano, fuerte y con un aspecto radiante. Entre los productos imprescindibles que no deberían faltar en una rutina capilar está la mascarilla, un tratamiento intensivo que actúa en profundidad y que muchas veces se pasa por alto.
Sin embargo, su aplicación regular marca la diferencia entre una melena apagada y una llena de vitalidad. A diferencia del acondicionador, que trabaja en la superficie del cabello para suavizarlo y facilitar el desenredado, la mascarilla penetra en la fibra capilar, reparándola desde el interior. Su concentración de activos es mayor, lo que le permite restaurar daños provocados por el sol, el calor de las herramientas de peinado o los tintes.
El resultado es inmediato: un pelo más suave, con menos encrespamiento y un brillo renovado. Pero más allá del efecto estético, la mascarilla contribuye a fortalecer la estructura capilar, previniendo la rotura y reduciendo la aparición de puntas abiertas.
Otro motivo para no saltarse este paso es que las mascarillas están formuladas para responder a necesidades concretas. Las hay nutritivas para cabellos secos, reparadoras para melenas dañadas, hidratantes para recuperar elasticidad, o incluso específicas para cabello teñido, con el fin de proteger y prolongar el color.
La aplicación correcta también influye en su eficacia. Lo ideal es hacerlo tras el lavado, con el pelo escurrido, aplicando de medios a puntas y dejando actuar el tiempo indicado por la marca. Un pequeño masaje ayuda a que el producto penetre mejor, potenciando sus beneficios.
La frecuencia dependerá del tipo de cabello. En melenas muy secas o castigadas, se recomienda usarla una o dos veces por semana, mientras que en cabellos finos o grasos basta con aplicarla cada 10-15 días para evitar que el pelo se apelmace.
Incluir la mascarilla capilar en la rutina no supone apenas esfuerzo, y sus resultados se notan desde la primera aplicación. Convertirla en un gesto habitual es una inversión en salud capilar que evita tratamientos más agresivos a largo plazo.
Además, la mascarilla no solo cuida el aspecto del cabello, también aporta un momento de autocuidado. Dedicar unos minutos a dejar actuar el producto mientras disfrutas de un ritual relajante se convierte en una experiencia de bienestar que repercute en tu estado de ánimo.
Una de nuestras mascarillas favoritas para el cabello es de la firma Labeau Organics. Se trata de una mascarilla nutritiva que cuenta con un ingrediente muy popular que ayuda a dejar el pelo suave y brillante como es la manteca de karité.
Es una mascarilla que requiere de unos 15 minutos para hacer efecto en el cabello. Es ideal para aplicar en esos días que tienes algo más de tiempo o incluso si vas al gimnasio y quieres ir aprovechando para nutrir la melena. No solo cuenta con manteca de karité sino también con alga dulse. El alga dulse presente en toda la línea capilar ayuda a reconstruir la fibra capilar y aporta volumen al cabello.
Otra mascarilla que también nos gusta es de la firma Rituals. Concretamente la mascarilla Elixir Hair Mask. «Este tratamiento intenso nutre cada mechón, potenciando visiblemente su fuerza, brillo y salud. Con ingredientes potentes como el arroz y el aceite de semilla de macadamia», comentan desde la firma.