Las causas del envejecimiento que no conoces

Luchar contra el paso del tiempo es una guerra lenta y complicada que tiene muchos frentes abiertos, más de los que imaginas. Lo bueno es que los nuevos cosméticos para presentarle batalla incorporan tecnologías que tienen en cuenta todos los factores que hacen que tu rostro envejezca. Incluso los que no conocías. Porque, aunque queramos responsabilizar a la genética de todos nuestros males, el estilo de vida que llevamos tiene gran parte de culpa.

Nos hemos pasado la vida echándole la culpa a nuestra genética de casi todo. De la celulitis a las bolsas en los ojos. Y sí, tu carga hereditaria tiene mucho que ver con esas arrugas. Pero cómo has vivido tu vida y, sobre todo, cómo has cuidado de tu cuerpo y de tu rostro tiene mucho más peso de lo que tú esperabas. Y la ciencia que lo estudia se llama epigenética. "Hay dos componentes importantes en el proceso de envejecimiento", nos explica desde Mónaco el doctor Olivier Doucet, director científico de los laboratorios Lancaster.

"El envejecimiento intrínseco, que es el que está unido a la genética, y el extrínseco, que está causado por nuestro estilo de vida y exposición al medio ambiente. Y la epigenética representa el cambio producido en nuestros genes causado, precisamente, por este medio ambiente". Lo malo es que ese daño se debe a sospechosos habituales: el sol, la mala alimentación, el estrés... Pero hay algo positivo. "A diferencia del genético, los cambios producidos por el envejecimiento epigenético son reversibles", añade Doucet.

Esta vía abierta la ha aprovechado Lancaster para centrar sus investigaciones en la recuperación de esos daños en el ADN celular. Y con el lanzamiento de su línea Skin Repair ya ha conseguido abordar el proceso de envejecimiento desde ambas perspectivas: sus activos no solo reparan el ADN dañado, también revierten los cambios producidos por todos esos factores que te afectan todos los días.

Pero no solo hay que poner el foco en la reparación. En Lancaster entienden que la protección sigue siendo un factor esencial en la lucha contra el paso del tiempo. Y la firma, pionera en el blindaje de la piel frente a los daños del sol (fueron de los primeros en poner freno a los rayos UV y en crear un escudo contra los infrarrojos), ha dado un paso más para cerrar el círculo de la defensa total contra las agresiones solares. Y lo ha hecho con una tecnología que tiene en cuenta, además, a la luz visible.

"Los daños causados por esta luz son menos obvios que los que producen los rayos UVB. Pero, mientras que estos últimos representan el 0,5% de todo el espectro de luz y los UVA, entre un 5 y un 6%, los infrarrojos y los visibles suman el 90%. Además, crean lesiones que no se ven a simple vista, pero tienen efectos muy dañinos a largo plazo", explica Olivier Doucet.

Para empezar, generan una enorme cantidad de radicales libres, que son los principales culpables del envejecimiento de la piel. De hecho, son capaces de debilitar toda la estructura de la piel y alterar el funcionamiento de su sistema de defensa. Si a esto, además, le unes la acumulación de rayos UV, se convierten en una bomba de relojería. Y nadie había hecho nada por frenarlos.

"En Lancaster estábamos convencidos de que un protector solar moderno tenía que incluir un sistema de defensa que abarcara todo el espectro de luz solar", explica Doucet. Por eso, han incluido su novísima Tecnología de Protección Total de Luz en las dos novedades de la línea Skin Repair, la 365 Day Cream (con textura ligera) y la 365 Rich Day Cream (con textura emoliente). Basada en filtros orgánicos, compuestos minerales y antioxidantes, esta tecnología absorbe, reflecta y neutraliza todos los rayos solares.

Pero aún hay más. La polución tiene mucho que ver también en la formación de radicales libres. Por eso la línea Skin Repair de Lancaster también incorpora el complejo RPF antirradicales libres. Con una combinación de ingredientes que actúan como una barrera que protege el código genético de lesiones adicionales.

La respuesta la da el dr. Doucet: "Se pueden recomponer algunos de los daños. Para conseguirlo, nosotros utilizamos una tecnología en la línea Skin Repair basada en enzimas de reparación natural, obtenidas mediante biotecnología, que apoyan y mejoran los mecanismos de restauración de la propia piel. Este sistema de regeneración se encarga de asegurarse de que todos los daños en las células se reparan inmediatamente y no se acumulan en tu ADN".

Y es que cuando eres joven, esto sucede de forma automática, pero a partir de los 25 años, el sistema deja de funcionar correctamente. Y si las células no se reestructuran, la siguiente vez que se dupliquen, lo harán con los errores que no se han corregido y con toda esa carga de agresiones escrita en sus estructuras. Así que arreglar los daños también significa conseguir células activas en perfectas condiciones. Y así, tu piel va a ser capaz de responder a sus necesidades de firmeza y regeneración por sí misma.