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Irás camino al desastre silo haces en ese orden. Aunque te parezca lo lógico, la realidad es que puedes estropear todo lo que has hecho en tu rostro hasta ese momento. Si tus herramientos de cabecera son planchas y secador, tienes que tener en cuenta que estamos hablando de más de 180 grados cerca de la cara. A esa temperatura lo normal es que los ingredientes de las cremas se alteren y los polímeros que contienen las bases se vean afectados.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
Ni de broma. La piel de tu mano y la de tu rostro no tienen nada que ver. Ni en tono ni en textura. De hecho, la del dorso es más gruesa y no tiene definidos los poros como en la cara. El interior de la muñeca tampoco es válido. Hay zonas de prueba mejore,s como la frente o la mandíbula. Traza líneas con varios tonos: el que no se distinga de tu piel debería ser el ganador.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
Se supone que el agua micelar no requiere un aclarado posterior, pero la realidad es que, cuando lo aplicas en el rostro y no arrastras con agua sus moléculas (denominadas micela)s y sus conservantes, se quedan sobre la superficie de la capa córnea. Si tu piel es sensible, hay posibilidades de que la notes más tirante, reseca o incluso irritada tras la limpieza. Por ello, un aclarado mínimo con agua te asegura la tranquilidad de evitar esos efectos desagradables.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
De eso nada. Cada uno de ellos consigue un objetivo específico y por algo sus tonalidades y sus acabados son distintos y complementarios. Con los polvos de sol obtienes un efecto buena cara generalizado. El colorete, por su parte, recrea el rubor natural. Es el paso final que resalta los pómulos y los recoloca visualmente. Además, lo adecuado es utilizarlo por encima de un toque bronzer.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
Totalmente falso. No existe un escudo total que nos proteja absolutamente del sol y menos aún en forma de crema. Los fotoprotectores con un factor 50 consiguen bloquear un 98% del sol. Pero lo que hacen realmente es retrasar el tiempo que la piel tarda en activar su propio mecanismo de protección contra los rayos solares UVB y UVA: el bronceado. Así que no dejas de ponerte morena, simplemente lo haces de forma gradual.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
Eso es cosa del pasado. Hacer ejercicio y sudar con una capa de maquillaje sobre el rostro no parecía hace años la manera más dermatológicamente saludable de ponerse en forma. Pero ahora hay muchos tipos de maquillaje. La clave está en las fórmulas cero oleosas de los cosméticos y en bases de maquillajes más ligeras, sin ingredientes que bloqueen los poros.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
No necesariamente. Si te lo lavas todos los días porque tienes el cabello graso estás, precisamente, en el grupo de personas que deberían evitar a toda costa someter su cabello a un lavado diario. Si te deshaces de la grasa que producen las glándulas sebáceas de tu cuerpo cabelludo de forma radical, el organismo interpreta que hay un desequilibrio y que tiene que producir más para contrarrestarlo. Aguanta la tentanción y dale al menos 48 horas de margen entre lavado y lavado.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
Depende del tipo de exfoliación. Es cierto que el peeling puede resultar agresivo e incluso llegar a provocar minúsculas grietas que acaben comprometiendo la barrera natural de protección. Busca una exfoliación enzimática o química (mediante la reacción de ácidos en concentraciones mínimas. Son menos agresivas y aceleran la regeneración natural de la piel. Libera así toda la acumulación de detritus que no permite que la piel se oxigene.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
¡Qué más quisieras! Por desgracia, el tamaño de tus poros viene determinado por una serie de factores totalmente ajenos a tus deseos. Entre ellos, tu tipo de piel, tus genes y tu edad. Según nos hacemos mayores, tenemos la sensación de que aumentan de tamaño. Es porque la flacidez y la pérdida de firmeza en la piel también les afecta. Además, al perder elasticidad, es más complicado mantenerlos cerrados. Un baño de agua helada no basta. Lo importante es establecer una rutina de limpieza seria que los mantenga a raya.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.
En absoluto. El corte de puntas tiene más que ver con sanear y acabar con esa zona del cabello que está en malas condiciones. Así crecerá más saludable (sin puntas abiertas), pero no más fuerte ni más deprisa. El corte en ningún caso afecta a la rapidez con la que crece el cabello, porque la punta es la parte del pelo más alejada de la raíz del bulbo piloso, que es el único sitio en el que se produce el crecimiento del cabello.
Ilustración de Inés Maestre para el libro "10 mujeres, 10 ciudades, 10 años Uterqüe Art Essasys", de Uterqüe.