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Sequedad, rojeces... Cómo evitar los problemas que provoca el frío en tu piel

No consientas que el invierno arruine tu piel. Si eres de las que en cuanto empieza el frío se les llena la cara de rojeces, sequedades, granos e imperfecciones, esto es todo lo que tienes que saber y las cremas que tienes que usar. Te decimos qué hacer para que cuides tu rostro en invierno.

Haz click en la imagen para conocer 7 cremas de cara perfectas para proteger tu piel del frío./getty

Haz click en la imagen para conocer 7 cremas de cara perfectas para proteger tu piel del frío. / getty

Inés Alonso
INÉS ALONSO

El frío ha llegado, y aunque no tenemos poderes adivinatorios, casi con toda seguridad va a quedarse varios meses. Proteger nuestro cuerpo de él es relativamente fácil, solo hay que cubrirse por capas, cual cebolla, para ir desprendiéndonos de ellas y regular nuestra temperatura en función del lugar en el que estemos. Pero poner a salvo la piel de la cara del frío, que es la más expuesta, no es tan fácil como sumarte a la corriente del layering, la tendencia de moda en esta estación.

Para empezar, lo más frecuente, por poco que pises la calle, es la aparición en tu cara de sequedad (incluso en las pieles grasas y mixtas, aunque sea en zonas localizadas) y lo que se conoce como ‘ezcemas a frigori’.

“El frío puede causar estos problemas, provocando que la piel se reseque más, se irrite y, secundariamente, se inflame, especialmente en las manos y las zonas sacras, como orejas y nariz. Si aparece eczema pautaremos corticoides durante un corto período de tiempo y, si es un muy persistente, el tratamiento será con antiinflamatorios sin corticoides, como el tracolimus, que se pueden prolongar en el tiempo”, señala la doctora Mª Teresa Truchuelo, dermatóloga en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América de Madrid.

Calefacción: mala para tu piel

Y cuando te pones a cubierto, tampoco mejora la cosa. Entrar en la oficina o en casa después de venir de un ambiente frío hace que los vasos sanguíneos se dilaten y produce un choque térmico que tiene como consecuencia más inmediata el enrojecimiento de cara.

Aparte de parecer un tomate, esto causa tirantez y hasta puede provocar pequeñas roturas capilares o grietas. ¿Solución? Evita los contrastes bruscos de temperatura y ve siempre con la cara bien cubierta de una crema superhidratante que proporcione un efecto barrera contra los males de las bajas temperaturas y del viento.

El frío acelera el envejecimiento

Pero además de aspereza, picor, y enrojecimiento, tu cara en invierno “cumple años”. Con esta climatología adversa (para todo), se produce menos grasa, se contraen los poros y disminuye el aporte de oxígeno y nutrientes a la epidermis.

¿Consecuencia? Te espera una piel más áspera, menos elástica, más apagada, donde se marcan más las líneas de expresión y que favorece las arrugas, salvo que tomes precauciones. Por ejemplo, usa desmaquillantes que contengan aceites o fórmulas ricas en lípidos, y opta por cosméticos altamente emolientes, que tengan en su composición, por ejemplo, manteca de karité o lanolina.

El sol, riesgo también en invierno

Y, por último, no te olvides la fotoprotección, aunque no tiene que ser tan alta como en verano: “Con un factor 30 prevenimos la aparición de manchas y carcinogénesis”, puntualiza la especialista.

Y como no todo van a ser inconvenientes en esta estación, la ventaja del invierno es que, al estar menos expuesta al sol, es la época perfecta para que pienses en hacerte un peeling o un tratamiento con láser para eliminar manchas o cicatrices.

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