Ácido succínico: qué es, para qué sirve y cómo usar

Los ingredientes del cuidado para la piel son algo que debemos conocer si queremos combatir nuestras principales preocupaciones y presumir de cutis ideal. Y, si tienes la piel grasa, uno de los mejores que incluir en la rutina facial es el ácido succínico. Este activo es especialmente bueno para controlar los brillos de la cara y otros problemas derivados de la sobreproducción de sebo en estas pieles.

Igualmente, resulta un remedio muy eficaz contra las imperfecciones y granitos. Por eso, si tienes acné o tu aspecto es demasiado aceitoso, es una opción super interesante para mejorar todos los aspectos de tu piel. Pero, para que lo conozcas en profundidad, estos son los beneficios del ácido succínico y los mejores productos para usarlo.

En la lista de los ingredientes de skincare, el ácido succínico se trata de un activo natural ideal para piel grasa. Es lo que se conoce como un dicarboxílico, que se genera en los tejidos vegetales y animal y se extrae por destilación. En cosmética, su uso suele ser de manera tópica y va enfocado a la reestructuración celular.

Esto quieres decir que es capaz de activar las mitocondrias para que las células recuperen su vitalidad y tengan mejor funcionalidad, de cara a la reparación de los daños la piel. Pero, sobre todo destaca por su efecto seborregulador que mantiene a raya la sobreproducción de aceite de la piel, de ahí a que sea usado principalmente en tratamientos para la piel mixta o grasa.

El ácido succínico es uno de los mejores ingredientes para las pieles con tendencia acné. Cuenta con propiedades antibacterianas que evitan la aparición de imperfecciones, así como antiinflamatorias para reducir la textura y la irritación de las zonas. Además, también trabaja como un exfoliante suave para desobstruir poros y eliminar la capa de células muertas acumuladas en la superficie de la piel.

A esto se le suman sus beneficios para regular la sobreproducción de sebo, que causa esa expulsión de exceso de aceite por los poros. Y, además, puede ser un muy buen antiedad gracias a su acción antioxidante que previene el daño de los radicales libres, su efecto estimulador de la regeneración celular e inhibidor de la pérdida de colágeno.

Por otra parte, ayuda a equilibrar el pH de la piel, favorece el aumento de la hidratación, es antiinflamatorio y tiene un efecto queratolítico. Por tanto, también resulta una opción interesante para las pieles sensibles (que también suelen ser aquellas con tendencia al acné), evitando que se irriten, se resequen o sensibilicen aún más.

Dependiendo del tratamiento para la piel que lo contenga, así será su método de uso. Por lo general, si es en un sérum para la piel grasa o combatir las imperfecciones, se puede aplicar directamente sobre la zona con el granito o en todo el rostro, si es un producto estilo crema o fluido no secante. Además, conviene que se utilice mejor en la rutina facial de noche. Aunque, si el cosmético no tiene otros activos muy irritantes o fotosensibles, lo puedes utilizar de día acompañado siempre de protección solar encima.

Para pieles maduras o fotoenvejecidas, además de directamente sobre la piel, el ácido succínico puede utilizarse en nutricosmética vía oral o de forma inyectable en centros de belleza que ofrezcan este tipo de tratamiento profesionales. Y, además es un activo que hace visibles sus beneficios bastante rápido.

Se trata de un concentrado antiimperfecciones que elimina rápidamente los granitos, reduce la inflamación y previene la obstrucción de los poros para evitar su aparición. Con activos efecto peeling como el ácido succínico al 2% que también actúa como seborregulador y antibacteriano, más el azufre purificante, el ácido salicílico anti puntos negros y el ácido hialurónico hidratante, hace que la piel quede libre de comedones, sin resecar o irritar.

Este sérum facial super ligero se absorbe de inmediato y ofrece resultados equilibrantes del microbioma cutáneo, refuerza la barrera protectora, ilumina y ayuda a reducir las manchas de la cara, marcas post acné o brotas de imperfecciones, para tener una piel limpia, clara y purificada del todo. Su fórmula está compuesta de ácido láctico que favorece la hidratación, ácido succínico antiinflamatorio y seborregulador, niacinamida despigmentante, citrulina aclarante y escualeno hidratante.

Esta solución en formato cremigel sirve para controlar los brotes de acné, eliminar todo tipo de imperfecciones y aclarar las marcas y rojeces. El ácido salicílico limpia los poros en profundidad, mientras el ácido succínico corrige las cicatrices y evita la aparición de comedones y, el zinc minimiza los poros dilatados, controla el exceso de aceite y refina la textura. Además, aporta sensación de calma ante la irritación con la camomila, la alantoína y el pantenol que también favorece la hidratación y repara.