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Arrugas, marcas de acné, cicatrices o manchas. No hay imperfección cutánea que se resista al que muchos expertos consideran el láser entre los láseres, con más de 1,5 millones de tratamientos a las espaldas realizados en todo el mundo. Hablamos del fraccionado de Solta Medical, el láser pionero, un hito en el sector que llevó a su creador, el dermatólogo americano formado en Harvard R. Rox Anderson, a entrar en el Hall of Fame de los inventores. Y todo, fruto de una serendipia.
Rox Anderson se encontraba leyendo el New York Times cuando, de repente, fijó su atención en los píxeles, esos pequeños puntitos que componen una imagen. Pensó en el rostro como en un lienzo moteado por estas mínimas unidades y, frente a los agresivos láseres existentes, que «disparaban» de forma continua agrediendo la totalidad de la piel, se le ocurrió hacerlo en fracciones, dejando la piel intacta. Nacía así el primer fraccionado de la historia. Era 2005 y, más de veinte años después, sigue siendo una tecnología imbatible en la esfera de los láseres.
Se trata de una tecnología que realiza miles de microperforaciones a nivel dérmico que dejan intacto el tejido circundante. Las áreas de piel «intactas» estimulan la regeneración de las tratadas, al igual que ocurre en el proceso de cicatrización natural del propio cuerpo. «Esto da mucha seguridad, porque sabes que, aunque utilices intensidades altas, la piel se repara sola. Es como ir cambiando la piel antigua por una de mayor calidad«, certifica la doctora Adriana Ribé, experta en láser al frente de Ribé Clinic (Barcelona) y pionera en introducir esta tecnología en nuestro país.
La última versión de esta tecnología, que la doctora utiliza en su clínica barcelonesa desde hace ya años, consta de dos longitudes de onda: una de 1550 nm para su uso en manchas, arrugas, cicatrices de acné y cicatrices quirúrgicas; y una longitud de onda de 1927 nm para su uso en el tratamiento de queratosis actínicas (daño solar profundo). Ambas suelen combinarse en caso de fotoenvejecimiento y arrugas. «Este láser es el único del mercado que incorpora un mecanismo de trazado óptico inteligente –una cámara que va midiendo por temperatura dónde se dispara– y unas potencias, más bajas y más altas, que al médico le dan mucho margen para tratar todo tipo de patologías y de fototipos. Al mismo tiempo, lo puedes customizar con el paciente, modificando los parámetros«, añade Ribé.
Desde las manchas oscuras hasta las líneas de expresión y las cicatrices de acné, hay muchos problemas cutáneos que pueden tratarse con el láser fraccionado de Solta Medical.
«El láser es adecuado para todo tipo de pieles, puesto que a partir de la segunda o tercera década de vida se empiezan a notar ciertos cambios cutáneos secundarios al crono y fotoenvejecimiento«, apunta el dermatólogo Ignacio Sánchez-Carpintero, dermatólogo en Clínica Dermatológica Internacional, quien junto a Adriana Ribé es uno de los especialistas con más experiencia en el manejo de este láser. Veamos, por partes, para qué resulta más eficaz.
· Manchas, arrugas y rejuvenecimiento 360º
Este láser trabaja en las dos capas de la piel: epidermis (superficial) y dermis (profunda). ¿Qué significa esto? Que renueva la primera, llevándose consigo manchas y mejorando queratosis acníticas y poros dilatados, y en el plano más profundo activa el colágeno, atenuando las arrugas –son sorprendentes los resultados en las «patas de gallo»– y el aspecto envejecido de la piel debido al fotoenvejecimiento. «Este láser es una buena alternativa si, además de mejorar la calidad de la piel, el paciente busca reducir la pigmentación difusa facial, fruto de la exposición al sol», puntualiza Sánchez-Carpintero.
· Cicatrices y marcas de acné
Ambos expertos coinciden en señalar este láser como la mejor opción para las segundas. «Vemos a instagramers con la cara quemada por el láser CO2 como si fuera lo mejor del mundo. Existe la creencia de que »cuanta más fuerza y más quemadura, mejor resultado«. Y no es así. El láser fraccionado trata de manera profunda las cicatrices de acné de manera muy eficaz«, reivindica Adriana Ribé. En cuanto a las cicatrices, la experta ha observado muy buenos resultados en las que son blefaroplastia.
· Manos, cuello y escote
Según los especialistas, se necesita mucha pericia al manejar el láser en estas zonas «sensibles», donde la piel es más fina. Si el experto sabe utilizar la tecnología (la curva de aprendizaje es grande) el «antes» y el «después» del tratamiento es sorprendente. «En las manos las manchas se difuminan a las 2 semanas de realizar 3 sesiones», explica Ribé.
ntes de comenzar, se limpia la piel y se aplica una crema anestésica que se deja actuar unos 30 minutos (te preguntarás: ¿acaso duele? La mayoría de los pacientes se refieren a sensación similar a la de una sobreexposición al sol, como un ligero hormigueo y pinchazos puntuales, y la prueba es que quien se lo hace repite). A continuación, se extiende vaselina, se protegen los ojos y se procede al tratamiento.
Este láser va con una especie de rodillo que «dispara» luz sobre la piel, a diferencia de otras técnicas como el stamping. «Cuando estampas, habrá una zona que dejarás y otra que sobretratarás», advierte Adriana Ribé. El tratamiento dura entre 15-30 minutos y al final se extiende crema hidratante y protector solar. La sensación es parecida a la que tienes cuando has tomado mucho el sol.
La rápida recuperación es uno de los principales reclamos de este láser. «Los pacientes pueden retomar sus actividades normales de inmediato. Algunas personas pueden experimentar una leve hinchazón y enrojecimiento durante varios días, y en algunos casos esto puede prolongarse por más tiempo. Se puede usar maquillaje justo después del tratamiento», continúa el dermatólogo Ignacio Sánchez-Carpintero. ¿Una advertencia? No tomar el sol en las tres semanas que siguen al láser.
En cuanto a los resultados, la piel se nota más firme y con mejor textura desde la primera sesión, aunque los beneficios se hacen más patentes a partir de la tercera, cuando el rostro se percibe más rejuvenecido a nivel global, con manchas, arrugas y marcas atenuadas. Además, la piel goza de mayor elasticidad. Durante los 3-6 meses siguientes la piel mejora su calidad. «Nadie que se lo haya hecho podrá decirte que no nota resultados», desliza Adriana Ribé.
Este láser actúa en aproximadamente el 20%-50% del rostro en cada sesión, con lo cual son necesarias entre 2 y 4 para un tratamiento completo, a intervalos de un mes entre ellas. No obstante, el número lo tiene que determinar el médico, previo diagnóstico. En marcas de acné suele aumentar a 5-6, mientras que para mejorar la piel en general y disminuir el tamaño de los poros 3 sesiones son suficientes. El precio también depende del especialista, pero está en torno a los 700 € la sesión.
• ormalmente permite hacer vida normal tras el tratamiento. «Al tratarse de un dispositivo fraccionado no ablativo, el paciente no experimenta sangrado tras el procedimiento, por lo que la incorporación a las actividades rutinarias puede ser inmediata», apostilla Ignacio Sánchez-Carpintero.
• El trazado óptico inteligente es otra de las grandes innovaciones de este fraccionado patentado con más de 50 estudios clínicos a sus espaldas, a juicio de Ribé: «No lo tiene ningún otro equipo del mercado y permite eficacia y distribución homogénea del disparo, lo cual es muy importante cuando trabajas a dosis altas«.
• Las sesiones con este láser fraccionado se espacian a razón de un mes, día arriba, día abajo. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con el láser de CO2. «La piel sufre tanto daño por dentro que tienes que esperar entre 3 y 6 meses para volver a hacértelo», concluye la experta.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.