Celulitis: por qué aparece, cómo mejorarla y qué tratamientos funcionan de verdad

Hablemos de algo que todas conocemos, aunque no siempre lo confesemos: la celulitis. Esa textura de «piel de naranja» que aparece en muslos, glúteos y caderas, y que en muchas ocasiones, sobre todo cuando llega el verano, puede hacerte dudar de ponerte alguna prenda. Pero aquí va una verdad: tener celulitis es tan normal como tener cualquier otra parte del cuerpo. No es grave, no es raro y, aunque sé que querrías leer que sí es posible hacerla desaparecer, como todo en cosmética, no hay magia.

¿La buena noticia? No necesitas eliminarla para sentirte bien, pero si te apetece mejorar su aspecto. Porque sí, aunque nos guste nuestro cuerpo, también es válido querer cambiar algo y ver la piel más lisa. Y hay maneras de hacerlo que realmente funcionan. Para aclarar todas las dudas, hemos hablado con dermatólogas, médicos estéticos y expertas en tecnobelleza que nos explican qué es la celulitis de verdad, por qué no tiene nada que ver con tu peso, y qué tratamientos caseros o profesionales pueden ayudarte.

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«La celulitis no está directamente relacionada con el peso corporal. Se debe a una combinación de retención de líquidos, inflamación, alteración de la microcirculación y rigidez del tejido conectivo», explica Miren García-Chazarra, cofundadora de Glo.

La doctora María Vicente lo confirma: «No es solo una cuestión estética ni de grasa. Afecta también a mujeres delgadas porque influyen factores hormonales, genéticos, circulatorios y de estructura del tejido subcutáneo».

Y desde SkinClinic, Cayetano Gutiérrez añade: «No es solo grasa acumulada. Es cómo está organizada esa grasa bajo la piel y cómo se comporta el tejido que la rodea» Cayetano Gutierrez, fundador de SkinClinic.

Vamos al grano: no del todo, pero sí mejorar muchísimo su aspecto si eres constante. «No existen soluciones milagrosas, pero sí tratamientos que ayudan de verdad si se abordan bien», explica la experta María Vicente.

«La constancia y el tratamiento integral son clave. No se trata de hacer algo un mes y olvidarlo, sino de adoptar buenos hábitos y combinarlos con técnicas eficaces», relata Miren García-Chazarra.

En consulta médica, la doctora Vicente nos propone dos técnicas: la radiofrecuencia con masaje rotacional para mejorar la circulación y la firmeza; y los ultrasonidos focalizados para reducir grasa localizada. «Estos tratamientos se personalizan según el tipo y grado de celulitis. No es lo mismo una celulitis dura que una edematosa», puntualiza la doctora Vicente.

En casa, tienes otras opciones, como Glo910, un gadget que cuenta con un masaje subdérmico y luz infrarroja. Que, como asegura Miren, con uso diario y acompañado de cremas activas, se consiguen resultados visibles sin necesidad de ir a una clínica

Pero también puedes apostar por la cosmética, con cremas con activos drenantes, reafirmantes y lipolíticos. En SkinClinic recomiendan fórmulas como Celunight, exfoliantes como NewBody y cremas reafirmantes adaptadas al tipo de celulitis.

Los tratamientos ayudan, sí. Pero sin buenos hábitos… la celulitis vuelve. Por eso, las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, de la Clínica Mira+Cueto, insisten en acompañar cualquier protocolo con rutinas realistas que marcan la diferencia:

1.Reduce grasas saturadas y azúcares: olvida la bollería, las frituras y los procesados.

2.Incluye proteínas buenas: carnes magras, legumbres, pescado azul.

3.Baja la sal: la retención de líquidos es enemiga del tejido.

4.Cuidado con las especias fuertes: algunas irritan y generan toxinas.

5.Aumenta la fibra: sobre todo si sufres estreñimiento.

6.Come más frutas y verduras: piña, papaya, fresas, espárragos, tomate, cebolla…

7.Bebe al menos 2 litros de agua al día.

8.Evita bebidas carbonatadas y con cafeína: hinchan, no hidratan y pueden empeorar la inflamación.

«Son cambios pequeños, pero muy eficaces si los mantienes en el tiempo», recuerdan las doctoras.

En resumen, la celulitis no es un fallo estético ni algo que tengas que «arreglar». Es una condición natural de la piel femenina y a pesar de lo que pensamos es muy común entre mujeres, aunque rara vez lo veamos expuesto en redes. La buena noticia es que no eres la única y que si decidieras mejorarla tienes recursos y técnicas para conseguirlo.

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