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Factores de crecimiento, qué son y por qué benefician a las pieles maduras

Factores de crecimiento: qué son y por qué las pieles maduras se benefician de su aplicación

Dentro de la medicina estética, los factores de crecimiento han ido cobrando más relevancia por su tolerancia y porque consiguen una piel con un aspecto mejorado y rejuvenecido.

Marta López Ogando
Marta López Ogando

Objetivo: una piel de aspecto rejuvenecido, saludable y luminosa. Estos tres pilares se convierten en fundamentales con el paso de los años, y con la llegada de la menopausia, pasan a ser cruciales, ya que, con la disminución del colágeno de la piel, perdemos el tono y las arrugas se marcan más. La rutina de cuidado de la piel juega un papel muy importante, pero, unido a esto, la medicina estética ha evolucionado a pasos agigantados, convirtiéndose en un gran aliado para mejorar el aspecto de nuestra piel con resultados naturales.

Dentro de los términos más populares en este campo, los factores de crecimiento están comenzando a sonar cada vez más. Los motivos de esto son que ayudan a estimular la producción de colágeno y elastina, consiguiendo una piel de aspecto firme y saludable. Pero ¿cuáles son realmente sus propiedades y en qué tipo de tratamientos los podemos encontrar? La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic; la doctora Juana Coronado, parte del equipo médico de Mira + Cueto; la doctora Pilar de Frutos, cirujana plástica y directora de la Clínica Pilar de Frutos; y la doctora Flavia Bonina, médica estética experta en naturalidad y directora médica de Clínica Doctora Bonina, explican las razones del éxito de los factores de crecimiento.

Factores de crecimiento: ¿qué son?

La doctora Bonina explica que los factores de crecimiento «son proteínas que se encuentran en la sangre y, fundamentalmente, tienen como función la regeneración y la reparación de los tejidos». Estas proteínas, añade la doctora Coronado, «actúan como mensajeras entre las células estimulando su proliferación y diferenciación».

Profundiza la doctora Pilar de Frutos y considera que «desempeñan un papel crucial en la regeneración celular y la reparación de tejidos. En el ámbito estético, estos compuestos se utilizan para estimular la producción de colágeno, elastina y otras sustancias esenciales para mantener la piel firme y saludable». Por ello, añade que «gracias a sus propiedades regeneradoras y regenerativas, los factores de crecimiento se han convertido en una herramienta poderosa en tratamientos antienvejecimiento, ayudando a mejorar la textura y el tono de la piel, reducir arrugas y fomentar una apariencia más rejuvenecida».

La doctora Jiménez menciona que «los factores de crecimiento hacen que las células se activen en una dirección determinada, existiendo factores de crecimiento positivos o que ayuden y factores que son negativos». Esto quiere decir que «dentro de los factores vamos a tener algunos que aumenten el riego sanguíneo, que ayuden a la regeneración, que apoyen el crecimiento y que hacen que el fibroplasto esté mejor irrigado al igual que las células de la piel». Por estas razones, conseguimos «un colágeno mejor y de más calidad, porque el fibroplasto está forzado a hacer las cosas correctamente y lo mismo ocurre en la piel con las células basales y la zona en la que se colocan esos factores de crecimiento».

Tendencia en medicina estética

¿Qué hace a los factores de crecimiento una de las tendencias en medicina estética estrella de 2025? Las expertas coinciden en que se trata de que nos encontramos en el auge de la medicina regenerativa. Flavia Bonina resalta que «si bien se utiliza desde hace años, el famoso PRP o plasma rico en plaquetas, ahora con esta tendencia de regeneración natural ha resurgido». Otra de las razones de su popularidad, menciona la doctora Coronado, es que «se apuesta por la medicina regenerativa para reparar o mejorar la función celular de los tejidos envejecidos. Cada vez recurrimos más a técnicas de rejuvenecimiento que no sean invasivas para regenerar y reparar, en este caso, la piel». ¿Cuáles serían? «Bioestimuladores de colágeno, terapias con células madre de la grasa, plasma rico en plaquetas…».

Estamos hablando entonces de una vuelta a los tratamientos más naturales, destacando de los factores de crecimiento la doctora Pilar de Frutos que «circulan de manera habitual en nuestro torrente sanguíneo, pueden extraerse y aplicarse en otras zonas del cuerpo para estimular la actividad celular, promoviendo la regeneración y vitalidad de los tejidos». Añade que «son tratamientos autólogos, es decir, obtenidos del propio cuerpo, lo que elimina el riesgo de efectos secundarios y proporciona resultados naturales».

La doctora Elena Jiménez los vincula con los polinucleótidos y los exosomas, ya que «por un lado estamos dando información genética y por otro, el activador celular que dirige hacia los vasos sanguíneos, consiguiendo más crecimiento y mejor crecimiento». Para la profesional esto es «una tendencia fantástica que podemos hacer mediante mesoterapia las dos funciones a la vez».

Beneficios y origen de los factores de crecimiento

Los factores de crecimiento son muy beneficiosos para la piel, ya que mejoran su calidad y ayudan en pieles maduras a estimular la producción de colágeno y elastina. La doctora Pilar de Frutos destaca entre sus beneficios que «estimulan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, mejorando la hidratación de la piel y rejuveneciendo su aspecto». Añade que «reducen arrugas finas, mejoran la flacidez y aportan un aspecto más saludable a la piel».

En cuanto a su origen, la doctora Juana Coronado destaca que «pueden ser de origen humano, encontrándose en el plasma de nuestra sangre, en células madre de piel, médula ósea, grasa y cordón umbilical, pero también pueden tener un origen vegetal, marino y bacterias». En el caso de la cosmética, prosigue la doctora destacando que «son sobre todo de origen vegetal obtenidos de células madre vegetales de la semilla de la cebada». Destaca que «hay distintos factores de crecimiento.

Por un lado, está el factor de crecimiento plaquetario, que son aquellos factores de crecimiento que se encuentran en nuestra sangre y se obtienen por extracción sanguínea, centrifugando y aislando el plasma en el que se encuentran las plaquetas con los factores de crecimiento». Explica que «es el que se utiliza en traumatología en casos de artrosis». La doctora menciona también «el factor de crecimiento epidérmico utilizado en cosmética que activa las células de la piel utilizándose en los tratamientos antienvejecimiento».

Pilar de Frutos añade que en los que son del propio paciente, estos factores del crecimiento «se extraen de su sangre, en un proceso similar a una analítica». Añade que también existen factores fabricados que son «alternativas como polinucleótidos (partículas de ADN de pescado) o exosomas (vesículas derivadas de células vegetales o animales)». Considera que «ambas opciones han mostrado excelentes resultados en la regeneración celular». Matiza que «aunque existen distintos tipos de factores de crecimiento, solo unos pocos están aprobados para fines estéticos. Estos tratamientos regenerativos no sólo rejuvenecen el tejido, sino que mejoran la función celular, ayudando a que las células actúen como si fuesen más jóvenes. Esto se traduce en una piel más hidratada, firme y con mejor textura de manera segura y natural». La aplicación, destaca la doctora Flavia Bonina, se realiza «en cara, cuello, escote y manos».

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.