En verano, mi madre y yo siempre coincidimos en el mismo perfume. Y no es casualidad. Nos gustan los aromas que huelen a limpio, a fresco y a vacaciones. Tenemos gustos parecidos y solemos intercambiarnos fragancias porque ambas buscamos una estela que huela bien sin agobiar, que se sienta ligera en la piel y que tenga ese punto luminoso que recuerda al verano.
Por eso compartimos perfumes que encajan tanto con su estilo como con el mío. Nos gustan los aromas cítricos, florales suaves o con fondo de almizcle limpio, porque no cansan y combinan bien con el calor, con la ropa ligera, y con los días largos. Son perfumes que funcionan tanto para ir a trabajar como para salir a cenar. Son esos que te pones sin pensar y que siempre te hacen sentir bien.
Y aunque solemos variar, hay uno que repetimos todos los años porque siempre es una buena opción. No pasa de moda y siempre consigue que todo el mundo nos acabe preguntando qué perfume llevamos.
Light Blue de Dolce&Gabbana es uno de esos perfumes que no falla nunca. Tiene una salida de limón y manzana verde que refresca al instante, sin ser demasiado cítrica ni agresiva. La combinación con los jacintos silvestres le da un punto ligero y floral muy fácil de llevar, incluso en días de mucho calor. Es un perfume que no empalaga ni satura.
En su corazón aparece el jazmín con un toque de bambú y rosa blanca, que suaviza el conjunto y le da ese toque limpio, como recién duchada. No es un floral empolvado ni dulce, es más bien una mezcla elegante y algo acuática que se mantiene fresca durante horas. Es perfecta para mujeres que quieren una fragancia veraniega que no pase desapercibida, pero que tampoco agobie.
El fondo con cedro, ámbar y almizcle le da duración y personalidad sin hacerlo pesado. El almizcle es lo que lo hace envolvente y duradero sobre la piel, y el ámbar le da un punto cálido que se nota sobre todo al final del día. Es uno de esos perfumes con los que te reconocen, porque deja una estela sutil pero persistente. A mi madre le encanta porque le dura todo el día. A mí, porque nunca me cansa y siempre me da la sensación a eternidad. ¿Y hay algo mejor que eso?
Never-ending Summer de Replica es exactamente lo que su nombre promete: un verano sin fin en la piel. Tiene una salida cítrica de naranja amarga que es muy luminosa, con un fondo ligeramente salado que recuerda al aire de mar. Es ese tipo de perfume que huele a vacaciones mediterráneas, a toalla limpia, y a piel dorada.
Lo interesante es cómo evoluciona: el jengibre y el vetiver le dan un contraste más seco y un punto terroso que equilibra muy bien la dulzura inicial. No es el típico perfume cítrico plano, sino que tiene capas que se descubren con el paso de las horas. Y eso lo hace especial. Nos gusta a las dos porque es fresco, pero no obvio. Diferente, pero fácil de llevar.
Finalmente, DKNY Citrus Splash es el perfume más jugoso de todos. Abre con notas frutales como el sorbete de melocotón y la grosella negra, que aportan un frescor más goloso y chispeante. El corazón floral, con peonía y fresia, suaviza el conjunto y lo hace más femenino, pero siempre manteniendo ese tono de ligereza. El fondo con almizcle y sándalo es muy suave, casi imperceptible, pero le da un buen soporte para que dure sin resultar pesado. Es alegre, veraniego y perfecto para compartir.