¿moda o efectividad?
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En la lucha diaria contra el acné, los pimple patches se han convertido en un imprescindible dentro del cuidado facial. De hecho, en ciudades como Nueva York o Londres, los parches para granos han pasado de ser un secreto de skincare a un fenómeno de moda, impulsado por celebrities que los lucen con orgullo en público. Mujeres como Anne Hathaway o Hailey Bieber han hecho que este tratamiento no solo sea un éxito, sino también una tendencia.
Es un remedio para los granitos que ha saltado a la calle como un accesorio funcional y trendy. Las redes se han llenado de imágenes de pieles con estrellitas o corazones que están actuando de manera directa contra el acné. Y es que, stos pequeños parches, diseñados para colocarse directamente sobre el granito. Pero, ¿de verdad funcionan o estamos solo ante una moda más?
Pues aunque todo depende del estado del granito y la formulación del parche, solo por la función de proteger la zona de bacterias y manipulaciones podríamos decir que estamos ante un truco de belleza bastante positivo. Y no solo eso, al cubrirlo se acelera su curación gracias a ingredientes activos como el ácido salicílico o la hidrocoloide. Pero, ¿por qué funcionan exactamente?
1. Reducción instantánea: Minimiza el grano rápidamente, dejando tu piel más suave y libre de imperfecciones.
2. Control total de la inflamación: Disminuye la rojez y el exceso de sebo para que tu piel se vea más calmada y equilibrada.
3. Cicatrización acelerada: Ayuda a regenerar la piel, reduciendo las marcas del acné y favoreciendo una recuperación rápida.
4. Protección avanzada: Forma una barrera que protege el grano de infecciones y de la radiación solar, manteniendo tu piel intacta mientras el tratamiento hace su magia.
Y aunque se han popularizado versiones con diseños divertidos -como estrellas, corazones o nubes- que además de eficaces, reivindican la normalización de las imperfecciones, haciendo el proceso más colorido y ameno, existen opciones invisibles. Hay quienes prefieren una solución discreta, por lo que existen los parches transparentes, casi invisibles, aptos para llevar incluso con maquillaje.
Hydrocolloid Pimple Patches de Grace & Stella. Llevan hidrocoloide, que reduce las espinillas absorbiendo líquidos y penetran en los poros y los absorben. Además, están dermatológicamente probados. A diferencia de otros parches para espinillas, incorporan ingredientes que combaten su aparición, como el aceite de árbol de té y el ácido salicílico, sin dejar de ser veganos, respetuosos con los animales y aptos para todo tipo de pieles. Precio: 7,25 euros.
Parches para Granos FUN de Iroha Nature. En forma de corazones y estrellas, son perfectos para aquellos que abrazan su piel real, sin filtros ni complejos. Con su potente fórmula a base de ácido salicílico, árbol de té y centella asiática, estos parches con tecnología hidrocoloide no solo protegen y disminuyen la inflamación, sino que ayudan a eliminar el grano de manera rápida y sin dejar rastro. Precio: 3,95 euros.
Pimple Patches de Garnier. Si no te gusta lo de llevar colores y formas y divertidas en la cara, prueba con estos parches invisibles que ayudan a reducir los granos maduros en tan solo 8 horas. Gracias a su tecnología hidrocoloide, crean un entorno protector que absorbe el exceso de sebo y reduce visiblemente las imperfecciones. Su diseño ultra fino y transparente se adapta a todos los tonos de piel y es compatible con el maquillaje. Precio: 8,99 euros.
Microneedle Pimple Patch de Masqmai. Vienen en un formato discreto y cómodo, y su fórmula —con ácido salicílico al 1%, retinal y niacinamida— actúan desde el interior para calmar, tratar y prevenir marcas. Extra: también contienen aceite de árbol de té y caléndula, conocidos por sus propiedades purificantes y antiinflamatorias. Precio: 21,99 euros.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.