El tratamiento antimanchas de las famosas de más de 60: «Aumenta la luminosidad y unifica el tono»

En otoño, muchas mujeres buscan recuperar la luminosidad perdidad durante el verano y tratar las pequeñas manchas que el sol deja en la piel. Es el momento perfecto para apostar por tratamientos que igualen el tono y devuelvan esa textura suave y uniforme que se asocia con una piel cuidada y rejuvenecida.

Entre los favoritos de las celebrities de más de 60 años destaca un tratamiento que ya han aprobado algunas celebrities. Y una de sus más fieles defensoras es Belén Rueda, que cuida su piel con disciplina y confía en manos expertas para mantener su luminosidad natural.

La actriz acudió recientemente al centro The Beauty Concept, donde se puso en manos de la doctora Carmen Lorente para tratar rostro, cuello y escote. «El resultado es un aumento de la luminosidad, un tono uniforme y una piel recolageneizada», explica la especialista. Un protocolo que no solo mejora la apariencia de la piel, sino que también estimula la producción de colágeno, clave para mantener la firmeza y la vitalidad cutánea

Hablamos de la luz pulsada, o también conocido como IPL. Es un tratamiento médico-estético que actúa directamente sobre las manchas, el enrojecimiento y los signos de fotoenvejecimiento. Funciona en cabina de una manera muy cómoda y sin irritar la piel.

La luz pulsada funciona emitiendo destellos de luz que penetran en la piel sin dañarla, actuando sobre el exceso de pigmento o los pequeños vasos dilatados. Es un tratamiento rápido, poco invasivo y con resultados visibles desde la primera sesión, que deja la piel más clara, uniforme y con un brillo saludable.

Belén Rueda, que siempre ha destacado por su piel impecable y su naturalidad ante la cámara, demuestra que la constancia y la elección de tratamientos personalizados son la verdadera clave del buen envejecimiento. Más allá de las cremas o los sérums, las terapias de luz se han convertido en un aliado imprescindible para quienes buscan un efecto global sin pasar por quirófano.

Según la doctora Lorente, este tipo de tratamiento se adapta especialmente bien a pieles maduras, que suelen presentar manchas, falta de luminosidad y pérdida de densidad. El objetivo no es cambiar el rostro, sino devolverle la energía y la uniformidad.

Además, la luz pulsada puede aplicarse en diferentes zonas —rostro, cuello, escote e incluso manos—, lo que permite un rejuvenecimiento armónico y natural. La recuperación es mínima: basta con hidratar bien la piel, evitar la exposición solar y aplicar protector solar de forma rigurosa durante los días siguientes.

Por eso cada vez más mujeres apuestan por la IPL como tratamiento de mantenimiento entre estaciones, especialmente después del verano. Es una forma eficaz de corregir el daño solar acumulado y preparar la piel para los meses fríos, cuando necesita más colágeno, hidratación y uniformidad.