Isabelle Huppert GTRES

Estos son los tratamientos recomendados por los expertos para recuperar la luminosidad

La llegada de la menopausia conlleva una pérdida de luminosidad en la piel, unida al descolgamiento y la pérdida de tersura. Existen tratamientos, sin necesidad de pasar por quirófano, que ayudan a mejorar la piel.

Una piel luminosa y con brillo natural es uno de los objetivos de las mujeres a cualquier edad y que se vuelve crucial en la menopausia. Con la pérdida de estrógenos, además de producirse una tendencia hacia el descolgamiento por la pérdida de colágeno y elastina, nos encontramos con que la piel tiene un aspecto más mate y apagado.

Activos como la niacinamida, la vitamina C o el ácido ferúlico ayudan a mejorar la luminosidad de la piel, pero para conseguir su mejor versión podemos recurrir a tratamientos en centros especializados. Actualmente existen en el mercado una gran diversidad de opciones para potenciar la luminosidad en la piel que nos explican el doctor Morales Raya, dermatólogo especialista en estética, acné y láser y director médico de la Clínica Morales Raya; Carmen Fernández Ayestarán, médico estético y directora de la Clínica Ayestarán en Santander; la farmacéutica Marta Masi y fundadora del primer club de la menopausia y la boutique MM Madrid; el doctor Juanma Revelles, dermatólogo y director médico de la Clínica Le Boost y Josune Elgarresta, facialista y experta en piel de Eliveli en San Sebastián.

Cambios en la piel con la menopausia

Con la llegada de la menopausia se producen una serie de cambios a nivel corporal y facial que afectan específicamente a la piel. La farmacéutica Marta Masi explica que «debido al desajuste hormonal por la bajada de estrógenos, la piel empieza a perder firmeza e hidratación de manera muy notable». Una de las consecuencias de esto es que la piel «se ve menos luminosa y jugosa». La profesional añade que «la disminución de la producción de colágeno y elastina es brusca durante la menopausia, lo que hace que la piel pierda elasticidad e hidratación y se vea reflejado en el descolgamiento de la piel, así que la flacidez pasa a ser la primera de nuestras preocupaciones».

Estos cambios, añade el Doctor Morales Raya, van acompañados «de un tono más apagado y una textura desigual. Además, la piel se vuelve más seca y fina y su capacidad de regeneración disminuye». Explica que es muy importante realizar «un enfoque integral y personalizado para recuperar la luminosidad y vitalidad de la piel en esta etapa».

Tratamientos punteros para recuperar la luminosidad

Lucir una piel luminosa y de aspecto saludable es esencial para la autoestima en este momento de cambios. En la actualidad, existen diversos tratamientos que nos podemos realizar en clínicas o en centros estéticos que ayudan a recuperar ese brillo natural de la piel. Para el doctor Juanma Revelles es importante realizar «una combinación de tratamientos médicos en consulta y una rutina adecuada de cuidado en casa». Algo en lo que coincide el Doctor Morales Raya considerando también que sean tratamientos que «estimulen el colágeno, mejoren la textura y devuelvan firmeza y luminosidad».

Juanma Revelles afirma que algunos de los tratamientos más efectivos son «Aquapure como cuidado facial inteligente, los peelings químicos, la luz pulsada intensa (IPL), los neuromoduladores, la mesoterapia con ácido hialurónico y antioxidantes, los biorregeneradores como ha hidroxiapatita de calcio o los skinboosters y microneedling con fatores de crecimiento». Matiza que es «fundamental individualizar las necesidades de cada paciente».

Entrando en detalle, el experto enumera cómo son estos tratamientos:

Peelings químicos: «aplicación de ácidos suaves como el glicólico o el salicílico (o que vayan tamponados como el ácido tricroloacético), que eliminan células muertas y estimulan la renovación celular».

Aquapure: «un tratamiento no invasivo que combina exfoliación, limpieza profunda y aplicación de sérums activos como el ácido hialurónico, antioxidantes y péptidos. Este procedimiento hidrata la piel, elimina impurezas y deja un efecto inmediato de luminosidad».

IPL: «utiliza energía lumínica para tratar manchas y estimular el colágeno, logrando un tono más uniforme de la piel y por tanto un reflejo más homogéneo de la luz en la piel».

Mesoterapia: «microinyecciones de cócteles nutritivos que incluyen vitaminas, antioxidantes y ácido hialurónico para hidratar y mejorar la luminosidad».

Biorregeneradores: «inyecciones de sustancias que activan la producción natural de colágeno para dar mayor soporte y densidad a la piel».

Neuromoduladores: «al reducir la contracción muscular, evitan la formación de arrugas dinámicas, lo que da como resultado una piel más suave y reflejante de la luz y su aplicación superficial en microdosis puede reducir la producción excesiva de sebo, minimizar la apariencia de poros dilatados y mejorar la textura de la piel, aumentando su luminosidad».

Microneedling con factores de crecimiento: «consiste en la aplicación de microcanales controlados en la piel, utilizando un dispositivo con agujas finas. Estos microcanales permiten una mayor absorción de factores de crecimiento (derivados del plasma del propio paciente o en fórmulas tópicas) que estimulan la regeneración celular, la producción de colágeno y mejoran la textura y luminosidad de la piel».

Coincide el doctor Morales Raya en la mesoterapia y en los neuromoduladores y también considera el láser PicoLo Premium, Potenza y Ultherapy Prime. En el caso del láser PicoLo Premium explica que «genera pulsos ultracortos de energía que fragmentan el pigmento y estimulan la regeneración de la piel sin dañarla». Destaca que «es ideal para mejorar la textura, reducir manchas y devolver luminosidad, con un tiempo de recuperación mínimo». En el caso de Potenza, encontramos que «combina la acción de microagujas, que generan microlesiones controladas, con la radiofrecuencia, que estimula el colágeno en profundidad. Es perfecto para mejorar poros, firmeza y luminosidad».

En el caso de Ultherapy Prime, el doctor detalla que utiliza «ultrasonidos focalizados para calentar capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y consiguiendo un efecto reafirmante y rejuvenecedor progresivo». Una recomendación en la que coincide la doctora Carmen Fernández Ayestarán y del que destaca que con él «luchamos contra la flacidez», gracias a «ultrasonidos con ecógrafo en tiempo real que llegan hasta el músculo».

Considera la profesional también «Hydrafacial para hidratar y recuperar el brillo», tratándose de «una limpieza en profundidad con un peeling que aporta un extra de hidratación». Menciona también «Skinpen con polinucleótidos» porque es «un microneedling con un añadido de polinucleótidos que procede del esperma del salmón». Por último, Ayesterán menciona la radiofrecuencia «por su efecto tensor» que «inunda toda la dermis de calor que potencia del trabajo de los fibroplastos».

Para Josune Elgarresta la radiofrecuencia es también una recomendación ya que «activa la formación de colágeno y elastina en la piel, activa la circulación sanguínea y el sistema linfático» y «todos estos efectos benefician significativamente la piel, corrigiendo el descolgamiento, borrando pequeñas arrugas de expresión, definiendo el óvalo facial y aportando mucha luminosidad a la piel».

Otro punto que considera Elgarresta para recuperar la luminosidad es la exfoliación. La clave de la misma es que «es el primer y necesario paso para ganar luminosidad en la piel». Entre sus tipos se encuentra la enzimática que es «suave y muy respetuosa con la piel, pero no por ello menos eficaz» y la hidrodermoabrasión que «limpia, exfolia e hidrata la piel en profundidad, aumentando significativamente la luminosidad de la piel». Destaca también el láser ya que «las técnicas de luz intensa como la luz pulsada o láser CO2 fraccionado» que «son dos técnicas muy recomendables y utilizadas ya que hacen una exfoliación a la vez que activan el colágeno, la elastina y la circulación sanguínea, obteniendo como consecuencia una piel más joven y luminosa».

Por último, concluye que «las técnicas manuales trabajan los diferentes tejidos y estructuras que componen nuestro rostro, liberándolas de tensiones musculares y faciales, liberando las adherencias que hay en los diferentes tejidos y aumentando la circulación sanguínea y linfática».

Cuándo hacer estos tratamientos

Hay tratamientos para recuperar la luminosidad que requieren realizarse en un momento concreto. El doctor Morales Raya considera que «son ideales para realizar en épocas de menor exposición solar, como otoño e invierno, ya que favorecen la regeneración sin el riesgo de hiperpigmentación». Otros como «Ultherapy, Potenza, los inductores de colágeno y mesoterapia pueden realizarse durante todo el año, siempre acompañados de una adecuada protección solar. La planificación personalizada con un dermatólogo es fundamental para obtener los mejores resultados».

Si hablamos de los peelings químicos, el doctor Revelles considera que «suelen realizarse en épocas de menor exposición solar para evitar el daño solar durante la recuperación». Sobre el «Aquapure y algunos peelings más superficiales se pueden realizar dos o tres días antes del evento». Para Hydrafacial, Carmen Ayestarán destaca que puede «hacerse todos los meses, pero nosotros recomendamos tres sesiones seguidas y luego una al trimestre; Ultherapy sólo una sesión al año y Skinpen dos sesiones al año, una antes del verano y otra en otoño para reparar los estragos del sol». Por último, en la radiofrecuencia, «depende del tipo, puede llegar desde una vez al año como Thermage FLX, a una todos los meses como Forma Contoura».

Mejores activos para combinar los tratamientos de luminosidad

Para el mantenimiento de estos tratamientos, los cuidados en casa son importantes. Existen activos que mejoran la luminosidad de la piel y que son adecuados para las pieles en el momento de la menopausia. El activo por excelencia es la vitamina C que «aporta luminosidad, mejora el tono y protege contra el daño ambiental» en palabras del doctor Morales Raya. El dermatólogo menciona también el ácido hialurónico por su «hidratación profunda que mejora la elasticidad y textura» o los retinoides porque «estimulan la renovación celular, reducen las arrugas y mejoran la textura de la piel».

Otros activos que destaca son la niacinamida que «refuerza la barrera cutánea, mejora la luminosidad y reduce el enrojecimiento», el ácido azelaico que «mejora el tono desigual, calma la inflamación y combate el estrés oxidativo», los AHAs «como el ácido glicólico o láctico». Esto es porque «exfolian suavemente para mejorar la textura y el brillo» y los antioxidantes «como el resveratrol o el té verde, para combatir el estrés oxidativo y mantener la piel joven».

Por su parte, el doctor Juanma Revelles considera los péptidos que «favorecen la síntesis del colágeno» y «la protección solar que es indispensable para evitar el daño acumulado y potenciar los efectos de los tratamientos». Concluye Marta Masi con activos como el «escualano o el resveratrol, ya que mejoran y refuerzan la función barrera, aportan mucha emoliencia, elasticidad y suavidad a la piel y sellan la hidratación de la piel manteniendo la humedad de la misma durante más tiempo». Además, afirma que «son buenísimos para todos los tipos de piel. Están muy recomendados ambos en pieles normales, secas, deshidratadas y también en aquellas más sensibles y reactivas con rojeces, en pieles apagadas y muy fotoenvejecidas».

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