cuidado piel verano
cuidado piel verano
Si vas este verano a la playa o vas a disfrutar de unos días al sol, siempre debes utilizar bastante protección solar. Hay que cuidar la piel de los rayos del sol, prevenir el envejecimiento prematuro y posibles afecciones más graves. Eso sí, eso no quiere decir que no puedas broncearte con precaución.
Si te apetece ponerte un poco bronceada, para que el tono te dure más tiempo la clave es hidratar a posteriori la piel. No solo vale el uso de cremas corporales normales, sino que a veces resulta más eficaz utilizar aceites como la de almendras. ¿Conocías sus propiedades en las pieles maduras?
El aceite de almendras se ha consolidado como uno de los aliados más efectivos durante el verano para las pieles maduras, ya que combina propiedades nutritivas, emolientes y antioxidantes que promueven una hidratación profunda y permiten prolongar el bronceado con un aspecto más luminoso.
Normalmente, el aceite de almendras suele estar formulado con una composición rica en ácidos grasos y vitaminas que ayudan a proteger la piel. Estos lípidos naturales ayudan a restaurar la barrera lipídica de la piel, reforzando su capacidad para retener agua. En las pieles maduras, donde la producción de sebo y la capa hidrolipídica disminuyen, esta reposición de ácidos grasos resulta fundamental para evitar la sequedad excesiva y la descamación.
Otro de los ingredientes clave en estos aceites es la vitamina E. Conocida por su potente acción antioxidante, la vitamina E protege las células epidérmicas frente al daño provocado por los radicales libres (producidos en mayor cantidad por la exposición solar), previniendo la formación prematura de arrugas y manchas.
Estimula ligeramente la renovación celular, ayudando a mejorar la textura de la piel y atenuar líneas finas. Aunque el aceite de almendras no es tan rico en retinoides como otros aceites, su concentración suave resulta ideal para no irritar las pieles más sensibles.
Cuando la epidermis está deshidratada, tiende a descamarse antes, desprendiendo células pigmentadas. El aporte constante de aceite de almendras ayuda a mantener la capa córnea con un manto de lípidos más uniforme, evitando que la piel se agriete o se «pelé» y, por tanto, que se pierda melamina de forma rápida.
Gracias a su ligero brillo, el aceite deja un velo satinado sobre la piel que intensifica el tono dorado del bronceado. La capa emoliente actúa como un «lienzo» sobre el que la luz rebota de manera uniforme, dando la sensación de un color más duradero y jugoso.
Aunque la renovación epidérmica continúa de forma natural, el aceite de almendras favorece un despegue progresivo de las células muertas, sin parones bruscos que provoquen áreas más claras o manchadas. De ese modo, el tono bronceado se va «apagando» de forma gradual, sin parches.
Tanto el aceite de almendras de la firma L'Occitane como el de Alma Secret se convertirán en tus favoritos para este verano. Son aceites corporales que dejan la piel extra suave y permiten así que el bronceado dure más tiempo. Son asequibles y merece la pena probarlos.