Carmen Martínez Bordiú a las puertas de los 70: alejada de la vida pública junto a su novio 35 años menor que ella y con la sombra de un pasado que la persigue

Hace unos días, la cadena Nickleodeon abrió el mes del Orgullo Gay felicitando a todos sus seguidores con una foto de Bob Esponja. Bob Esponja no es un personaje gay, sino asexual (o eso sostuvo su creador hasta el día de su muerte), pero la comunidad LGBTQIA+ lo ha adoptado como icono (y, seamos sinceros, su amistad con Patricio nunca nos pareció precisamente asexual). No es el único personaje, real, ficticio o incluso animado que se ha convertido en un emblema de la diversidad: Beyoncé, Madonna, Dumbledore, Judy Garland, Epi y Blas, el Capitán América... Pasamos revista a los más populares.
¿Compañeros de piso, hermanos… o novios? La intimidad, las personalidades complementarias y hasta las peleas entre el chico naranja y el chico limón de Barrio Sésamo apuntaban a una relación romántica. Algunos teóricos aseguran que sus sketches en el programa están llenos de pistas al respecto.
Su vida desgraciada, su lucha por encajar en un estándar de belleza que no era el suyo y, sobre todo, su papel de Dorothy en El mago de Oz (la niña que escapa de su gris realidad para vivir en un país colorista y mágico) la convirtieron en una diosa para la comunidad gay. '¿Eres amigo de Dorothy?', llegó a ser una pregunta en clave para preguntar a otro hombre si pertenecía a la comunidad LGBT.
Como los pitufos para la generación anterior, son una comunidad de género masculino (las dudas sobre cómo se reproducen siguen siendo aceptables) con una camaradería absoluta, tendencia a los disfraces demenciales y pasión por el baile.
¿Es Cabaret la pelicula más gay de la historia? Puede que sí. En cualquier caso, su protagonista, Liza Minelli, se convirtió en una estrella para la comunidad gay (al igual que su madre, Judy Garland).
Frozen es una película sobre el amor entre hermanas… pero también sobre la necesidad de abrazar nuestra verdadera naturaleza aunque eso provoque el rechazo de todo el mundo. Seguramente Disney no esperaba que Let it go se convirtiera en un himno gay, pero la campaña para que Elsa saliera del armario como la primera heroína lesbiana de la franquicia fue enorme. Spoiler: no lo ha hecho.
¿Quiere tanto Beyoncé a la comunidad gay como la comunidad gay la adora? Lo dudamos: no es que Bey sea homófoba, pero al contrario que otras divas, no destaca por apoyr a sus millones de fans gays... por mucho que ellos bailen sin parar al ritmo de Single Ladies.
O, mejor, dicho, Holly Golightly, el personaje al que Audrey Hepburn encarnó en Desayuno con diamantes. Recordemos que, en la novela original de Truman Capote, Holly era bisexual y el narrador de la historia, gay. Holly hablaba abiertamente de las ventajas de tener una compañera de piso lesbiana y se saltaba todas las reglas establecidas sin apenas alzar una ceja.
Cuando tu compañero de armas es un jovencito en mallas llamado Bucky (por cuya muerte penas durante décadas), es inevitable una lectura romántica de esa relación. Marvel nunca se ha atrevido a ir más allá, pero el icono es un hecho. Lo mismo se puede decir, por cierto, de Batman y Robin.
Es la aliada LGBTIQA+ por excelencia: fue una de las primeras celebrities en apoyar a las victimas del sida (en aquella primera oleada, en los 80, se identificaba como una enfermedad ‘homosexual’), denuncia la homofobia en prácticamente cada concierto y, a modo de guinda, creó canciones-himno como Justify my love o Vogue.
La bruja del mar de La sirenita, con su desprecio por los estándares de belleza normativos y su carácter empoderado, se convirtió en un icono queer al instante. Seguramente, tuvo mucho que ver que el personaje se diseñara como una copia animada de la drag queen Divine.
Doug Savant tuvo que ocultar su orientación sexual durante la emisión de Melrose Place: era heterosexual. Pero no quería romper el corazón de los fans de uno de los pocos personajes homosexuales de la televisión generalista. Abrazó la causa pro-derechos LGTBI y fue portavoz de manifestaciones y protestas. El karma se lo devolvió con otro personaje de éxito, en Mujeres desesperadas.
Vale, su ambigüedad sexual era deliberada; pero, sin duda, provocó más de una salida del armario. De entre sus muchas encarnaciones, nos quedamos con la de Jareth, el rey (de pantalones ajustados) de los goblins en la película Dentro del Laberinto.
Su música se ganó el corazón de la comunidad, aunque su estatus como aliada es discutible: al parecer, hizo algunos comentarios homófobos en un concierto de 1983 que después ella negó en una carta abierta. En cualquier caso, su contribución a la estética y la banda sonora de la comunidad es indudable.
En estos días, JK Rowling ha caído en desgracia por ciertos comentarios tránsfobos… Pero no está mal recordar que Dumbledore, el director del colegio Hogwarts al que acuden Harry Potter y compañía, es homosexual y su archienemigo, el malvado Grindewald, un antiguo novio.
¿Cómo se pasa de ser la oveja negra de la familia Jackson a la mejor aliada de la comunidad LGBT? Janet Jackson ha sido la mejor aliada del mundo gay: canciones de apoyo a sus derechos en su disco The velvet rope, testimonios de amigos desgraciados por la homofobia, activismo...Mmm... Puede que en su caso, el estatus de icono gay no sea tan inesperado.
Bob Esponja vive en una piña debajo del mar... y tiene una amistad de lo más íntima y exclusiva con la estrella de mar Patricio. En realidad, la comunidad gay vive la supuesta homosexualidad de Bob Esponja como un chiste privado. Pero la visibilidad importa.