Luis Miguel Dominguín, el torero ojito derecho de Franco, amante de Ava Gardner y rival de Antonio Ordóñez que acaparaba titulares

Sí, creemos que el amor no tiene edad (y que tampoco hace falta que acabe como el rosario de la aurora: hay matrimonios que son amigos después del divorcio)... Pero nos cuesta creer en el romance únicamente espiritual cuando ellos abandonan a sus esposas de toda la vida, madres de sus hijos y compañeras de vida, para correr a los brazos de damas mucho más jóvenes y bellas. Acabamos de ver al torero Enrique Ponce haciendo esa jugada, pero el jaque a la reina es algo habitual: Woody Allen, Antonio Banderas, Johnny Depp, Alejandro Sanz... Aquí tienes los casos que más nos han impresionado a lo largo de los años.
El torero tiene 48 años y cuando se casó con Paloma Cuevas, hace 24, Ana Soria ni siquiera había nacido. Con dos hijas de 12 y 8 años, los dos han decidido emprender caminos separados, y el de Enrique, al parecer, discurre de la mano de esta joven estudiante de 21 años.
Las fans de Jennifer Aniston quedaron destrozadas cuando su marido, Brad Pitt, la dejó por la entonces estrella emergente (y salvaje) Angelina Jolie. Él tenía 42 años, Jennifer 35 y Angelina, 29. 14 años y seis niños después, también a ellos se les acabó el amor...
Aunque parece que después de muchos años, Brad lo ha vuelto a encontrar. Y no, no es con Jennifer Aniston, si no con una modelo alemana con la que podría haber ido de vacaciones (en jet privado, eso sí) al castillo de La Provenza donde se casó con Angelina Jolie. ¿El único problema de este nuevo amor? Ella podría estar casada...
Alejandro Sanz dejó a Raquel Perera en 2019, y casi inmediatamente empezó a dejarse ver en la compañía de la artista cubana Rachel Valdés. Él tiene 51 años; ella, 30.
Johnny Depp tenía 49 años y llevaba 14 casado con la actriz y modelo Vanessa Paradis, de 39. Un año después de su separación, supimos que el motivo había sido la actriz de 25 años Amber Heard. Si buscaba nuevas emociones, desde luego las encontró a su lado...
Sí, Melanie Griffith tenía sus problemas de adicción, pero se había ganado nuestro corazón con sus visitas a España y sus esfuerzos por hablar nuestro idioma. Cuando Antonio la dejó por la holandesa Nicole, 20 años más joven que él y 23 más joven que Melanie, nos dolió.
Julio Iglesias tiene un largo historial de latin lover... y de conquistar mujeres más jóvenes. Llevaba ocho años con la tahitiana Vaitiare (que había empezado cuando ella tenía 17 años) y la dejó por Miranda Rijnsburger, de 25. Julio tenía 47. Eso sí, llevan ya 30 años juntos.
Las llamas que provocó este escándalo siguen activas y devorando hectáreas. El director de cine Woody Allen no solo inició un romance con una chica 35 años menor (él tenía 56; ella 21), sino que Soon-Yi era su hijastra: su esposa, la actriz Mia Farrow (de 46 años en aquel momento), la había adoptado con su anterior marido. Hoy, 23 años después, Soon-Yi y Woody siguen casados, y tienen dos niñas.
Risto Mejide llevaba años con su novia, la presentadora catalana Ruth Jiménez, con la que tenía un hijo, cuando se le cruzó en el camino la influencer Laura Escanes, de 19 años. Él tenía 39. Se casaron por todo lo alto y, de momento, su amor parece de los que no caducan.
El cantante de los Rolling Stones se casó con la nicaraguense Bianca, la dejó por Jerry Hall, que tenía 11 años menos y su relación se fue al garete porque dejó embarazada a Luciana Giménez, a su vez 14 años menor que Jerry. Ahora, Mick Jagger, de 76 años sale con la bailarina Melanie Hamrick, de 33.
El cantante Marilyn Manson y la estrella del burlesque Dita von Teese fueron el matrimonio más dark cool de la escena artística durante cinco años... Hasta que él la dejó por una jovencísima actriz llamada Evan Rachel Wood, de 19 años.
30 años llevaba Mel Gibson casado con Robyn Moore cuando saltó a los titulares la noticia de que el actor había dejado embarazada a la pianista Oksana Grigorieva, de 39 años (él tenía 55). El divorcio le costó muy caro, ya que no había acuerdo prenupcial y una Robyn muy poco dada a la compasión se quedó la mitad de sus 850 millones de dólares.