Así fue la boda secreta y sin invitados de Anne Igartiburu y el director de orquesta Pablo Heras-Casado

Jorge C. Parcero Publicado · 8 de marzo de 2025, 13:08 h

A sus 55 años, Anne Igartiburu se encuentra plenamente satisfecha con su actual soltería y mira al pasado sin malos recuerdos. En una recuente conversación con la revista Diez Minutos, la presentadora aseguraba con refrescante sinceridad: «Estoy sola. No tengo pareja, pero no me preocupa». La también coach ha estado casada en dos ocasiones. Primero con el bailarín Igor Yebra y posteriormente con el director de orquesta Pablo Heras-Casado. «He tenido la suerte de tener compañeros muy especiales e historias de amor muy bonitas, que por circunstancias no han funcionado», añadía sobre su pasado sentimental.

Precisamente este año se cumple una década del enlace secreto entre Anne y Pablo. Si la primera boda de la vasca fue de lo más romántica, en un enclave único de la tierra natal de la novia, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, para su segundo enlace optaría por una ceremonia muchísimo más discreta.

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Un 'sí, quiero' sumamente íntimo, en consonancia con lo discreta que había sido su relación hasta ese momento con el afamado director de orquesta granadino. Ambos se habían conocido en 2014, cuando ella le entrevistó a él en un programa de radio. Gran apasionada de la música clásica y de la ópera, Anne quedó fascinada por la personalidad de Pablo y el flechazo fue mutuo.

La pareja decidió formalizar su amor en noviembre de 2015, después de casi dos años conviviendo juntos. Un tiempo que estuvo marcado por los frecuentes viajes y estancias en el extranjero del músico, que dirigió Rigoletto y Carmen en el MET neoyorquino en los meses previos a la boda.

Su matrimonio se formalizó en absoluto secreto y tuvo lugar en la localidad vizcaína de Elorrio, el pueblo natal de la novia. La noticia la publicaba posteriormente el diario El Correo con el llamativo titular «Anne Igartiburu se casa a escondidas». Al contrario que en su boda con Igor Yebra, allí no hubo fotógrafos a la vista.

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Para evitar cualquier indiscreción, la comunicadora llevaba el pelo recogido en una trenza y vestía un amplio abrigo marrón bajo el que, eso sí, se adivinaba un conjunto blanco de chaqueta y pantalón con zapatos dorados. El novio lucía un traje en tonos marrones y azules y se protegía la garganta del frío con un foulard.

El enlace fue tan íntimo que se celebró ante un juez de paz y sin invitados. En la breve ceremonia, que tuvo lugar a las doce y media del mediodía, tan solo estuvieron presentes los contrayentes, que llegaron a pie, y un par de testigos.

La relación de Anne y Pablo entró en una etapa llena de felicidad que culminó con el nacimiento de su primer hijo en común, que llegaba al mundo en junio de 2016, cuando la presentadora tenía 47 años. Para entonces, ella ya era madre de dos niñas. Pero seis años después de su boda, la pareja anunciaba por sorpresa que emprendían caminos separados.

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Entonces Anne Igartiburu se quedaba en su hogar en la zona norte de Madrid, mientras que el músico comenzaba su nueva vida de soltero en un piso en el centro de la capital, muy cerca del Teatro Real, donde realizaba las funciones de director. En aquel momento, los medios especularon con que los largos periodos que pasaban separados por razones laborales habían estado detrás de su ruptura.

Siempre discreta con su faceta personal, la vasca sorprendía el año pasado al confirmar que la relación con su ex sigue siendo cordial y dar un consejo a los que estén pasando por una situación similar. «A todo el mundo le diría que, en la medida que pueda, que intente vivir con amor y armonía. Sé que ante estas palabras me pueden decir: 'para ti es fácil', pero no es fácil, hay que saber llevarlo. Y creo que cuando tienes un hijo, parte del compromiso es que ese hijo es para siempre», dijo durante un evento.

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