El día que Carmen Ordóñez fue nombrada la mujer más bella de Europa: el título que compartió con Carolina de Mónaco

Este 23 de julio se cumplen 21 años de la trágica muerte de Carmen Ordóñez. Una noticia que conmocionó a todo el país, pues solo tenía 49 años y pese a encontrarse en momentos muy bajos de su vida nada hacía presagiar este final tan abrupto de su vida. Fue una mujer carismática, famosa desde la cuna y muy bella.

Tanto es así que en 1975 la revista Time la eligió como la mujer más guapa de Europa, un honor que habían concedido también a la princesa Carolina de Mónaco y a Margaux Hemingway, nieta del premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway. Casualmente el autor de París era una fiesta era uno de los mejores amigos de Antonio Ordóñez, padre de Carmina.

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Carmen Ordóñez fue, sin duda, una de las mujeres más guapas de su generación y uno de los personajes más seguidos por la prensa del corazón y la crónica social. No es de extrañar que trascendiera nuestras fronteras, pues al fin y al cabo su padre era un mito del toreo y uno de los mejores amigos del ya mencionado Ernest Hemingway y del mítico cineasta Orson Welles.

Carmen y Belén Ordóñez recibieron una esmerada educación internacional y estuvieron en un prestigioso internado en Suiza. Son muy conocidas unas imágenes en las que las vemos a ambas de niñas traduciendo a un periodista francés en una entrevista con su padre, evidenciando que eran bilingües desde en ese idioma desde la infancia.

Carmen Ordóñez se convirtió en todo un referente, no solo por las dos sagas toreras a las que pertenecía, los Ordóñez, por parte de padre, y los Dominguín, por parte de madre, Carmina Dominguín. Su matrimonio con Paquirri fue, sin duda, la boda soñada que, sin embargo, no salió como se esperaba.

Tras su divorcio de Paquirri, con quien tuvo dos hijos, Fran y Cayetano Rivera, Carmen buscó la libertad, aunque volvería a casarse con Julián Contreras, padre de su hijo menor, Julián. Su traslado a Marrakech la convirtió en una figura clave en la alta sociedad del país norteafricano y la corte de Hassan II.

Después de separarse de Julián Contreras empezó una etapa en la que, aunque quien tuvo retuvo, su imagen pública empezó a resquebrajarse poco a poco. Máxime cuando unió su destino a Ernesto Neyra. Carmen Ordóñez seguía siendo la mujer de personalidad fuerte y belleza atemporal, pero no logró escapar de unas compañías y unos hábitos que fueron determinantes en su final.

En el programa De Viernes, Fran Rivera habló claramente de esta situación y de cómo se la había explicado a su hija mayor, Tana Rivera: «Yo le dije a mi hija que hiciera lo que quisiera, pero que las drogas nunca, que la droga es lo peor que le puede pasar a una familia y que destrozó a su abuela».

Dos décadas después de su muerte, se sigue recordando a Carmen Ordóñez como el epítome de la belleza y los que la conocían destacan su generosidad, su gran sentido del humor y sus ganas de vivir. A su modo tuvo una vida muy plena y su recuerdo es indeleble. Sigue siendo una de las reinas indiscutibles de la prensa del corazón.

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