La tragedia paranormal de Concha Márquez Piquer: presintió la muerte de su hija Coral a los 19 años, pero no pudo salvarla

La vida de Concha Márquez Piquer se detuvo el 2 de noviembre de 1986, cuando su hija Coral falleció en un accidente de tráfico. Su madre predijo la tragedia, pero no pudo salvarla.

Pincha en la foto para ver los romances toreros más apasionantes y escandalosos: de Enrique Ponce y Ana Soria a Paquirri y Carmina o Concha Márquez Piquer y Curro Romero./abc

Pincha en la foto para ver los romances toreros más apasionantes y escandalosos: de Enrique Ponce y Ana Soria a Paquirri y Carmina o Concha Márquez Piquer y Curro Romero. / abc

Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

Dicen que el carisma, la sensibilidad y el talento se saltan una generación. Y, en este caso, todo parecía apuntar a que iba a suceder así. Concha Márquez Piquer, la hija de la más grande tonadillera, no pudo reeditar la imperial fama de Concha Piquer, un mito en vida que llevó la copla a Broadway. Tenía que ser su nieta, Coral Romero, la que recogiera el testigo de la popularidad de su abuela. Coral lo tenía todo. Era un bellezón, como su madre, y apuntaba a una personalidad sobresaliente, suficiente como para enrolarse en un grupo de pop-rock a los 17 años y, directamente, arrasar. Hablamos de la aristocracia de la canción española.

Independiente y testaruda, Coral había mantenido en secreto su pasión por la música, aunque alguna vez había acudido a la radio (al programa de Gomaespuma, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser) y había alucinado a los oyentes cantando copla por su abuela. Digna hija de su madre, su voz era cien por cien Piquer, pero en sintonía con la vanguardia pop de los años 80. Tenía que haberse comido el mundo, pero su vida se truncó. Y su madre, dolorosamente, lo supo gracias a una premonición.

La vida de Concha Márquez Piquer fue, desde el minuto uno, alimento de la prensa rosa. No solo fue la única hija de la más grande y el diestro Belmonte Rubio, ahijada de Evita Perón y estudió en Londres, Suiza y Argentina. A su vuelta de los exclusivos colegios y academias de danza e interpretación, Conchín vivió un polémico romance torero con Curro Romero que la colocó en todas las portadas. Se casó en 1962 siendo mejor de edad (16 años), en una boda a la que asistieron Audrey Hepburn y Yul Brynner, tuvo a Conchitín y a Coral y se separó en 1978, por no soportar las juergas de varios días de este. Concha Márquez Piquer estaba llamada a triunfar a lo grande en los escenarios, pero no tuvo suerte. Pudo, eso sí, reconstruir su vida sentimental junto al actor Ramiro Oliveros, con el que se casó en 1982 y tuvo a Iris Amor.

En 1985 y 1986, la familia Romero Piquer comenzaba a hacerse a la idea de que tendrían otra artista en la familia, Coral. Tenía un grupo, Avenida Pasión, que logró un contrato discográfico para grabar tres discos sin haber dando un concierto en directo: la expectación que causaba la propuesta pop de la nieta de Concha Piquer era enorme. Fueron a la televisión y grabaron un primer disco en Londres, porque la industria pensaba que podía tener un grupo de alcance europeo entre manos. De hecho, Coral quería perfeccionar el inglés para cantar con el acento perfecto, por eso planificó un viaje a Estados Unidos.

Desde que supo del viaje, su madre, Concha Marquez Piquer, trató de convencerla para que no saliera de España. «Intenté por todos los medios disuadirla», confesó posteriormente la cantante. Su otra hija, Conchitín, lo confirmó en el programa Lazos de Sangre con una anécdota reveladora. «Cuando Coral ya estaba en Estados Unidos, yo iba a una fiesta y le pedí un vídeo con una actuación de mi hermana a mi madre para que mis amigas pudieran escucharla cantar. Ella me dijo que no . Que mi hermana no iba a volver a cantar. Presintió que pasaría algo raro».

Aquel noviembre de 1986, Coral viajaba desde Nueva York hasta Nueva Orleans junto a dos amigos, un español estudiante en Harvard y una británica. Esta última conducía el coche, propiedad del chico. Mientras atravesaban Tennessee el vehículo derrapó por la lluvia, se salió de la calzada y dio varias vueltas de campana. Mientras que Romero Márquez falleció en el momento (no llevaba cinturón), los otros dos jóvenes solo sufrieron heridas leves. La muerte de la hija de Concha Márquez Piquer ha estado rodeada de misterio, y no solo por su premonición de la que ha hablado la cantante.

El primer y único disco de Avenida Pasión también suscita teorías paranormales. Primero, porque se llama Hermosas despedidas y, sobre todo, porque en la portada diseñada por el novio de Coral, el guitarrista del grupo Juan Antonio Navarro, se ve una pintura que muestra un tramo de carretera similar al lugar donde Coral se mató. También se ha querido leer algo premonitorio cuando, en una de las canciones, Coral habla de un «accidente bajo la lluvia». Una tragedia dicen que anunciada.

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